sábado, 18 de enero de 2020

EL ENEMIGO QUE DERROTÓ AL GRAN GENERAL

«Beber vino o bebidas embriagantes te lleva a blasfemar y a causar alborotos. No es de sabios errar por su culpa» (Proverbios 20:1).

Alejandro Magno (356-323 a. C.) fue uno de los mayores líderes, jefes militares y conquistadores de la historia. Filipo II de Macedonia, su padre, lo preparó para reinar bajo la disciplina militar y, además, lo puso bajo la instrucción nada menos que de Aristóteles, el ilustre filósofo griego. A partir del 336 a. C., fue rey de Macedonia, donde impuso su autoridad en la región para después lanzarse a la conquista del poderoso Imperio medo persa. Su enorme visión, liderazgo y capacidad para la guerra lo condujo a infligir varias derrotas a los medo persas, pero especialmente la de Gaugamela (Arbela), en 331 a. C., donde derrotó a sus enemigos con un ejército mucho menor al suyo gracias a sus tácticas de combate. Así se convirtió en el soberano de toda Grecia, Anatolia, Egipto, Oriente Próximo y Asia Central. Su ejército llegó hasta la India. Sin embargo, los soldados se negaron a seguir avanzando y tuvo que regresar a Babilonia. El 2 de junio de 323 a. C., Alejandro participó en un banquete en el palacio de Nabucodonosor II donde se embriagó con sus amigos. Tras la fiesta, empezó a sentirse muy mal y murió días después, a poco más de un mes de cumplir los 33 años. Fue el final de una de las carreras militares más brillantes de la historia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo 3,3 millones de personas a causa del nocivo consumo de alcohol, lo que significa un 5,9% de todas las defunciones. Además, su uso es un factor causal en más de doscientas enfermedades y trastornos. Por si fuera poco,  provoca la muerte y discapacidad a una edad temprana. También hay relación entre su consumo y varios trastornos mentales y de comportamiento, así como enfermedades y traumatismos. Recientemente, se han determinado relaciones causales entre su consumo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el sida.
Hoy se sigue presentando al alcohol como una sustancia muy atractiva para los jóvenes. Pero con él no se juega. El alcohol arruina la vida de quienes lo consumen. Vidas prometedoras, como la de Alejandro Magno, se han destruido a causa del alcohol. La advertencia bíblica sigue siendo hoy muy importante: «Beber vino o bebidas embriagantes te lleva a blasfemar y a causar alborotos. No es de sabios errar por su culpa».

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

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