lunes, 8 de febrero de 2010

UNA FLOR DE OTRA ESTACIÓN

Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).

Otro lunes de mañana había llegado, y yo tenía que volver a "ese lugar": mi trabajo, mi vocación. Se trataba de un ambiente estresante, hostil y poco saludable. Había algunos miembros del personal con los cuales era difícil trabajar. Los veía como manipuladores, presumidos, irrespetuosos y desagradecidos.
Oré al Señor diciéndole: ¿Cómo voy a prosperar en un ambiente como este? ¿Estaría yo misma demostrando un comportamiento similar? Me recordé a mí misma que la oración cambia las cosas.
Ocurría semana tras semana. ¿Se trataba de intimidación o explotación? O ¿era simplemente su comportamiento natural, y yo era muy sensible y analítica? La batalla no es tuya, es del Señor, venía a mi mente. También recordaba un sabio consejo: Cuando vas a la batalla contra tus enemigos, no uses las mismas armas que ellos. Entonces, ¿qué hago, Señor?¿Cómo resuelvo esto?
Pensé en David. Él usó lo que más conocía, una piedra en vez de las armas que usó Goliat. Parecía que Dios me estuviera diciendo: "Ascuas amontonaras sobre sus cabezas"(Prov. 25:22). Debía orar, y no llorar, por esta situación, aunque la tormenta fuera en aumento. No obstante, sabía que debía
confiar en el Dios a quien conocía. Con oraciones permanentes de mi grupo
de oración, amigos, mi madre y yo misma (y Dios, al sustentarme diariamente) se produjo un gran cambio. También compré el libro de T. D. Jakes, The Ten Commandments ofWorking in a Hostile Environment [Los Diez mandamientos para trabajar en un ambiente hostil]. Les aseguro que fue difícil leerlo, porque enfatizaba la idea de que Dios no te sacará de las circunstancias difíciles, sino que te llevará en ellas a la victoria. Me sentía como Moisés, cuando se le dio una orden y puso excusas (Éxo. 3, 4). Yo estaba poniendo excusas. Sin embargo, Dios me recordó que yo era la mujer apropiada para ese trabajo, y que lo mejor que podía hacer era aprenderlo bien. Comencé a florecer a pesar de las circunstancias. Me sentía como una flor pequeña; una flor fuera de estación. Después de mucho nutrirme, recibir apoyo y orar, fui capaz de sonreír otra vez. Dios puede revertir cualquier situación. Mi actitud hacia la vida y hacia mis colegas cambió; y ellos también lo hicieron. Ora, y vuelve a orar una vez in.is. El responderá.

Stesan Riley
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

DIOS TE HABLA

Entonces el Señor se le acercó y lo llamó de nuevo: «¡Samuel! ¡Samuel!» «Habla, que tu siervo escucha», respondió Samuel. 1 Samuel 3:10
No había ninguna duda. Dios habla hablado a Samuel. ¿Crees que también te puede hablar a ti? ¿Cómo es que Dios habla hoy? ¿Cómo reconocer su voz? Imagina que tuvieras la oportunidad de escucharlo cada mañana, en forma audible.
Piensa que tienes una escalera tan alta, que la otra punta llegara hasta el mismo cielo, justamente en la ventanilla de la oficina de Dios. Y pudieras subir y asomarte. Meterte y buscar tu nombre en el archivo y darte cuenta de cuáles son los planes de Dios para tu vida.
¿Cómo puedes saber hoy que Dios te habla? Que Dios nos hable en forma audible como lo hizo con Samuel es una decisión suya y no nuestra. Si Dios piensa que es necesario, lo hará. Conozco jóvenes que han tenido un sueño con un mensaje muy claro que ha cambiado sus vidas para servir a Dios. Conozco personas que han visto a dos de nuestros jóvenes colportores acompañados por una tercera persona, evidentemente era un ángel. Estas personas aceptaron los libros como un mensaje especial de Dios.
Una vez en el Colegio de Linda Vista me tocó la predicación a la hora del culto del sábado. Inesperadamente decidí cambiar mi sermón. Fue un asunto muy raro, pues yo llevaba escrita toda mi reflexión de esa mañana. Pero cambié mi sermón y prediqué otro tema. Al final, se acercó uno de los egresados del colegio que había ido ese sábado a visitarnos, y me dijo: «Profesor, ese sermón que usted ha predicado es el que yo necesitaba escuchar para tomar la decisión de irme a estudiar a Montemorelos».
Sí, Dios también nos habla hoy a través de nuestros maestros, pastores o padres. Puedes estar seguro que Dios te habla a través de su Palabra para que aceptes su llamado a servirle como misionero. Pregúntale en tu oración de esta mañana cómo quiere que le sirvas.
«Pero los jóvenes que quieren servir a Dios y entregarse a su obra, deben primero limpiar el templo de su alma de toda impureza y entronizar a Cristo en el corazón». MJ 22

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

NUESTRA TRISTE CONDICIÓN

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero (1 Timoteo 1: 15).

La humanidad se encuentra en una condición moral deplorable. Escuchamos en los medios de comunicación cosas que nos parecen increíbles: crímenes inenarrables, secuestros infames, drogadicción rampante, corrupción generalizada. Es increíble lo que el ser humano puede hacer cuando se deja llevar por sus inclinaciones naturales. La Biblia sigue con el cuadro triste de asemejarnos a seres irracionales. Escribió el sabio: «Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad» (Prov. 26: 11). El apóstol Pedro, citando al sabio, amplía la imagen, diciendo: «Y "la puerca lavada, a revolcarse en el lodo"» (2 Ped. 2: 22). Lo más lamentable del mal que mora en la naturaleza humana, es que nubla el entendimiento y destruye el deseo de buscar a Dios. Dice el salmista: «No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno, para acercarlos a ti» (Sal. 32: 9). El pecado nos causa desorientación y no sabemos qué hacer. Tal vez la ilustración más triste es la usada por los profetas que compararon al ser humano con un rebaño de ovejas; pero no porque seamos mansos, sino porque nos apartamos del camino de Dios y luego no podemos regresar solos: «Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino» (Isa. 53: 6).
Este cuadro lamentable pintado por la Palabra de Dios es algo que nos cuesta mucho aceptar. Normalmente pensamos que no somos así. Después de todo, conocemos a personas buenas, buenos vecinos, hombres y mujeres honorables, gente consagrada y dadivosa que asiste frecuentemente a la iglesia. Vemos solo lo que tenemos delante de nuestros ojos; no podemos ver el corazón de las personas. Además, el pecado nos engaña y nos conduce a pensar bien de nosotros. No matamos, no robamos, no mentimos, no adulteramos. Como el fariseo de la parábola, vemos a los demás y nos consideramos buenos. Esa puede ser la tragedia más grande que vivamos. Para que el evangelio tenga significado, es mejor decir: «¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!» (Luc. 18:13).

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

domingo, 7 de febrero de 2010

EL CARTERO HONESTO

El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? (S.Lucas 16:10,11).
Casi setenta damas estaban reunidas alrededor de la piscina, en el patio trasero de mi casa, para el evento anual femenino, con el propósito de levantar fondos para las misiones. Las damas de la iglesia y sus amigas disfrutaban de la magia bajo un cielo lleno de estrellas. El entretenimiento incluía un grupo polinesio, que las divertía con sus costumbres tradicionales y otras actuaciones.
Antes de cerrar el programa, mostré un Power point con los proyectos de la misión realizados anteriormente. Cada año, como resultado de las generosas donaciones, obteníamos 1.500 dólares para financiar nuestros proyectos. Este año no fue la excepción; la oferta superaba los 1.600 dólares. Alabamos a Dios por abrir los corazones de esas damas hacia las misiones.
Puse el dinero en mi escritorio, dentro de un sobre con la inscripción: "Fondos para las misiones: 1.609 dólares en cheques y efectivo". Cuando llegó el momento de llevar el dinero al tesorero de la iglesia, lo puse junto con otras cosas que necesitaba para realizar algunos trámites ese mismo día, y borré el tema de mi mente. El dinero pronto estaría financiando proyectos en diferentes partes del mundo: campañas de alfabetización para mujeres de la India, láminas bíblicas de paño para escuelas sabáticas necesitadas en el Brasil, un refugio para las niñas de Kenya.
Cuatro días más tarde, escuché que alguien golpeaba a mi puerta. Era el cartero, que tenía en sus manos un sobre con la inscripción: "Fondos para las misiones: 1.609 dólares". Mi mente comenzó a dar vueltas. ¿Qué hacía él con el sobre que era para el tesorero de la iglesia? Él explicó que lo habían puesto en la casilla de correo hacía algunos días; no estaba seguro de a cuál casa pertenecía, ¡pero pensó que podría ser la mía!
Le agradecí inmensamente al cartero mientras abrazaba el sobre contra mi pecho. Dios había protegido nuestro dinero por medio de un hombre honesto. El versículo de hoy nos asegura que el que es fiel en lo muy poco también en lo más es fiel. Examinemos nuestra fidelidad el día de hoy, así Dios podrá confiarnos asuntos más grandes en la vida.

Nancy Van Pelt
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

PODER PARA MOVER VOLUNTADES

Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: "No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu", dice el Señor Todopoderoso». Zacarías 4:6.

¿En qué consiste el poder del Espíritu Santo? Alma Delia Ariza Castillo es estudiante de Contaduría Pública y este día cumple años. Ella testifica del poder del Espíritu en las siguientes áreas de su vida: Como estudiante, como hija (al ver sufrir a su padre por causa del cáncer), como colportora, y «en muchos aspectos de mi vida», según sus propias palabras.
¿Te has puesto a pensar en qué consiste realmente el poder del Espíritu? ¿Has tratado de convencer a algún compañero acerca de su mal proceder? ¿Has oído los ruegos de una madre a un hijo rebelde que, indiferente, se va sin prestar atención? ¿Has tratado de disuadir a un amigo para que deje las drogas? ¿Has argumentado y te concede razón, pero sigue en su mal camino? ¡Fuerza de voluntad!
A través de la historia se ha demostrado que un pequeño ejército con una gran voluntad puede derrotar a uno más poderoso. Frecuentemente se mira en los encuentros deportivos que un equipo con una gran voluntad es capaz de vencer a uno más completo, experimentado y poderoso. El Espíritu Santo es experto en mover voluntades. Jesús lo presentó a sus discípulos como un Ser que convencería al mundo (Juan 16: 8). Movió la voluntad de los grandes héroes de Dios, como José que no pudo ser derrotado en su misión por ningún poder egipcio. Movió la voluntad de David para hacerle frente a Goliat. También la voluntad de Nabucodonosor, el rey más poderoso de su tiempo, para retroceder en sus planes y adorar al Dios de los jóvenes hebreos, cuya voluntad templada también por el Espíritu, no pudo ser doblegada en el horno de fuego. Este puede ser un día importante para que ores al Espíritu, a fin de que mueva las voluntades de los seres que amas, y se entreguen a Cristo.
«El Señor Jesús actúa mediante el Espíritu Santo, pues este es su representante. Por su medio infunde vida espiritual en el alma, avivando sus energías para el bien». MJ 53


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

MALOS POR NATURALEZA

Las autoridades que están en ella son leones rugientes, sus gobernantes son lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana (Sofonías 3: 3).

La biblia dice, y la experiencia humana confirma, que somos inherentemente malos. Esto, que es esencial para entender el evangelio, ha sido desafiado por el humanismo contemporáneo. Filósofos y pedagogos han tratado de convencernos de que somos naturalmente buenos. El mejor ejemplo moderno es el filósofo y pedagogo francés Jean-Jaques Rosseau, quien enseñó que el hombre es bueno por naturaleza. Muchos siguieron sus ideas hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial. Durante ellas hubo tal exhibición de barbarie entre los seres humanos que muchos pensadores se desilusionaron con respecto a la bondad natural del hombre. Hubo un desencanto general, amargo y triste.
Hoy día las declaraciones bíblicas ya no parecen tan absurdas. El salmista decía: «Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre» (Sal. 51:5). El profeta declaraba: «Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio» (Jer. 17: 9). Lo mejor que tenemos está contaminado por el mal: «Todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia» (Isa. 64: 6). Nuestra condición natural es una podrida llaga: «Desde la planta del pie hasta la coronilla no les queda nada sano: todo en ellos es heridas, moretones y llagas abiertas, que no les han sido curadas ni vendadas, ni aliviadas con aceite» (Isa. 1: 6). Cuando la Palabra de Dios quiere enfatizar la miseria moral de la humanidad, frecuentemente la compara con seres irracionales. Eso resalta la pérdida de la imagen divina en los seres humanos. El salmista, enfatizando nuestras malas intenciones, decía: «Afilan su lengua cual lengua de serpiente; ¡veneno de víbora hay en sus labios!» (Sal. 140: 3). A pesar del entendimiento que Dios nos dio, no queremos entender: «El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no entiende!» (Isa. 1: 3). Por supuesto, muchas de estas declaraciones se referían al pueblo en general. Alguien podría decir que los dirigentes debieron ser mejores. Pero notemos: «Ciegos están todos los guardianes de Israel; ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar [...]. Son perros de voraz apetito; nunca parecen saciarse» (Isa. 56: 10, 11). ¡Qué cuadro tan triste de los que fueron una vez creados a imagen de Dios!

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

sábado, 6 de febrero de 2010

LA INUNDACIÓN DE 1993

¡Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! (Salmo 133:1).

El año 1993 será siempre recordado como el Año del Diluvio. Pero, yo prefiero recordarlo como el Año de la Unidad. La compañía donde yo estaba sufrió durante el violento diluvio. Cuando nos obligaron a salir del edificio que alquilábamos, los empleados se unieron para que la compañía continuara funcionando, y eso fue un milagro y una respuesta divina. El presidente de la compañía a menudo agradecía por este milagro en sus oraciones durante las reuniones. Llovió por varios días y el estacionamiento se inundaba cada vez más. El agua se filtraba bajo la puerta del frente y cubría los escalones que se dirigían hacia las oficinas. Ya no podíamos dejar el automóvil en el estacionamiento, y lo teníamos que hacer en el área de un centro comercial. Teníamos que caminar cierta distancia sobre un terraplén antes de que una camioneta nos levantara y nos dejara en la rampa que nos conducía a la puerta principal. Todos trabajábamos en solemne unidad con el fin de continuar procesando las órdenes. En un momento el terraplén se derrumbó, a pesar del esfuerzo dedicado de los empleados, al poner bolsas de arena. Cuando el agua llegó hasta el techo, los hombres construyeron barcas para rescatar los equipos y demás artefactos de la oficina. Lo único que pude salvar de mi escritorio fue la engrapadora, que continué usando hasta que me jubilé. Nos reubicamos en la Sala de Conferencias de un hotel, usando máquinas de escribir alquiladas en vez de las computadoras, para continuar procesando las órdenes. Finalmente tuvimos a nuestra disposición un edificio vacío. Nuevamente surgió la unidad, mientras nos ayudábamos los unos a los otros. Nos sentábamos en sillas de jardín, frente a mesas largas, y trabajábamos en lugares muy reducidos. Sin embargo, nadie murmuraba. Al año siguiente nos mudamos a un edificio nuevo, en el que la unidad y la gratitud continuaron reinando. Cuando estaba por jubilarme, tuve la oportunidad de expresar mi aprecio al presidente por sus oraciones y por el hecho de que nunca hubiese dejado de dar gloria a Dios por salvar la compañía, en la cual trabajaban personas de distintas denominaciones. Mi oración es que mi iglesia pueda mostrar unidad entre los profesos cristianos.

Retha McCarty
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

UN DESARROLLO ARMONIOSO

El Señor bendijo a Ana, de manera que ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Durante ese tiempo, Samuel crecía en la presencia del Señor, 1 Samuel 2:21.

Las bendiciones alrededor de Samuel se extendían en círculos concéntricos cada vez más amplios. Desde el anuncio de la llegada de Samuel, el registro bíblico dice de Ana que, «desde ese momento, su semblante cambió» (1 Samuel 1: 18). El nacimiento del niño llenó la casa de sus padres de agradecimiento. Y cuando su madre lo dejó en el templo se abrió una nueva etapa en su consagración a Dios: «Ahora yo, por mi parte, se lo entrego al Señor. Mien¬tras el niño viva, estará dedicado a él» (vers. 28). El pequeño Samuel comenzó a ministrar en el templo, y fue constituido una bendición para el sacerdote Eli, que miraba en el niño a un verdadero hijo; sí, el siervo de Dios que nunca tuvo, porque sus hijos eran «unos perversos» (1 Samuel 2: 12).
El texto de hoy presenta un verdadero desafío para todos los jóvenes de hoy: Crecer delante de Dios. Crecer delante de Dios significa que tus facultades se desarrollan armoniosamente. Por ejemplo, la Biblia dice que Jesús «siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente» (Lucas 2: 52). Esa es la verdadera educación. Generalmente las personas aceptan como educación asistir a una escuela para adquirir conocimientos para la mente. Eso es tener una visión demasiado estrecha y corta.
La influencia de Samuel se extendió a todo el pueblo con el llamado que Dios le hizo para convertirse en un profeta. Fue así como creó las «escuelas de los profetas» y también superviso la transición hacia el reino de Israel como consejero de Saúl, el primer rey hebreo, y después ungió a David. No te conformes con una educación tan limitada. Busca el desarrollo armonioso de tus facultades físicas, mentales y espirituales para que crezcas delan¬te de Dios y te constituyas en una bendición para tu familia, tu iglesia y tu comunidad.

«Los jóvenes pueden alcanzar el más elevado punto de grandeza intelectual, y si están equilibrados por el principio religioso, pueden llevar a cabo la obra que Cristo vino del cielo a realizar, y ser así colaboradores con el Maestro». MJ 168


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna