jueves, 3 de enero de 2013

CÓMO HENRY LOGRÓ CANTAR EN EL CUARTETO

Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante (Salmo 116:1).

Henry Feyerabend, evangelista adventista canadiense de radio y televisión en inglés y portugués, cuenta en su libro Born to Preach [Nacido para predicar] la siguiente historia:
«"Señor, tú has contestado mis oraciones antes", le dije al Señor mientras me arrodillaba en ferviente oración junto a mi cama. Había comenzado el curso escolar.  Todo era nuevo y emocionante... Mi primo Don Neufeld y mi hermana Annamarie enseñaban en la misma institución. Todo parecía estar a mi favor, pero había algo que me faltaba. Algo que yo deseaba más que cualquier otra cosa.
»Cuando llegué al colegio supe que dos talentosos jóvenes, Gery Friesen y Elmer Koronko, querían formar un cuarteto musical masculino para cantar en un programa de radio local y en campañas de evangelización. Sentí que formar parte de aquel cuarteto sería el gozo supremo de mi estancia en un colegio cristiano. Pero había un problema: yo era nuevo, totalmente desconocido y, por lo tanto, un candidato muy improbable. Mi única esperanza radicaba en la intervención divina. Con esto en mente, me arrodillé al lado de mi cama: "Querido Padre que estás en los cielos, mi mayor alegría sería formar parte de ese cuarteto. Ojalá me lo pudieras conceder..."
»La puerta de la habitación se abrió de golpe, interrumpiendo mi oración. Ahí estaban de pie tres jóvenes, Gery Friesen, Elmer Koronko y Norman Matiko. "Discúlpanos por interrumpir tu oración. Estamos formando un cuarteto y queremos saber si te gustaría intentarlo, a ver si puedes ser el primer tenor", dijo Gery».
¡Qué emocionante! La respuesta fue inmediata, como la de Daniel cuando pidió la liberación del cautiverio babilónico en Daniel 9:21. Pero ahí no termina el relato, porque hubo muchos otros candidatos que hicieron la prueba. A la semana siguiente Henry vio a los tres jóvenes ensayar con otro primer tenor. Se fue a su cuarto y se arrodilló para orar: «Señor, tú sabes lo duro que es esto para mí. Ayúdame a soportar esta desilusión».
Otra vez se abrió la puerta de golpe y allí estaban los tres muchachos. «Parece que cada vez que venimos a tu cuarto estás orando», dijo Elmer Koronko. Habían ido a decirle que lo habían elegido para ser el primer tenor del cuarteto.
La oración es una de las armas más poderosas que tienes a tu alcance. ¡Úsala! Recuerda que vives en medio de una cruenta batalla y no te puedes permitir el lujo de salir desarmado a luchar.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

COMPRENSIÓN PARA TODOS

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmo 119:130.

La Palabra de Dios presenta el medio más poderoso de educación, así como la fuente más valiosa de conocimiento dentro del alcance del hombre. El entendimiento se adapta a las dimensiones de los temas con los que debe tratar. Si se ocupa únicamente de asuntos triviales y comunes, si no se lo emplea paca esfuerzos fervientes a fin de comprender las verdades grandes y eternas, se empequeñece y debilita. De aquí el valor de las Escrituras como un medio de cultura intelectual. Su lectura, con espíritu reverente y disposición a aprender, expandirá y fortalecerá la mente como ningún otro estudio. Llevará directamente a la contemplación de las verdades más excelsas, ennoblecedoras y estupendas que puedan presentarse a la mente humana. Ellas dirigen nuestros pensamientos al infinito Autor de todas las cosas.
Vemos revelado el carácter del Eterno y escuchamos su voz cuando tiene comunión con los patriarcas y profetas. Vemos explicados los misterios de su providencia, los grandes problemas que han demandado la atención de toda mente pensadora, pero que, sin la ayuda de la revelación, trata inútilmente de resolver el intelecto humano. Abren a nuestro entendimiento un sistema de teología sencillo y sin embargo sublime, que presenta verdades que un niño puede entender, pero que son tan amplias como para desconcertar las facultades de la mente más poderosa...
Nuestro Salvador no ignora a los instruidos ni desprecia la educación. Sin embargo, eligió a pescadores incultos para la obra evangélica, porque no habían sido educados en las costumbres falsas y en las tradiciones del mundo. Eran hombres de habilidad natural y poseían un espíritu humilde, susceptible de ser educado; eran hombres a quienes podía educar para su gran obra...
A los cultos abogados, sacerdotes y escribas les fastidiaba ser enseñados por Cristo. Ellos deseaban enseñarle a él, y frecuentemente lo intentaron, pero su único resultado fue ser vencidos por la sabiduría que dejaba al descubierto su ignorancia y reprendía su necedad. En su orgullo y prejuicio, no aceptaban las palabras de Cristo, aunque se sorprendían por la sabiduría con la que hablaba... Pero las palabras y acciones del humilde Maestro, registradas por los compañeros iletrados de su vida cotidiana, han ejercido un poder viviente sobre la mente de hombres y mujeres desde ese entonces hasta el presente.— Review and Herald, 25 de septiembre de 1883; parcialmente en A fin de conocerle, pp. 10, 191.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

miércoles, 2 de enero de 2013

UNA DULCE FRAGANCIA

Lugar: Australia
Palabra de Dios: 2 Corintios 2:14

Un cálido día de primavera de 1928, Jack Trott, un joven agricultor :australiano, estaba caminando por afuera cuando notó una pequeña grieta en la superficie de la tierra. Al agacharse para mirarla más de cerca, sintió un ligero aroma a algo dulce. Inspiró más profundamente, y una vez más su nariz detectó la dulce, dulce fragancia.
"Me pregunto de dónde viene", pensó, mientras daba una mirada a su alrededor, sin ver nada que pudiera brindar ese aroma tan dulce; de hecho, su nariz parecía decirle que el aroma venía directamente de debajo de él. Fuere lo que fuere, tenía que estar enterrado en el suelo.
Jack levantó cuidadosamente un poco de tierra con sus dedos y al hacerlo, descubrió una pequeña flor que crecía debajo de la tierra. La flor medía cerca de un centímetro de ancho; y tenía pétalos blancos en el borde exterior, con un grupito de florecillas violetas, casi rojas, muy pequeñas, en su centro.
La flor resultó ser una nueva especie de orquídea, Rhizanthella gardneri, más conocida como la "orquídea subterránea". Descubierta en el oeste de Australia, es, como puedes imaginarte, muy rara, ya que no crece sobre la tierra. Pero, cuando la planta florece en los meses de mayo y junio, su fuerte fragancia te permitirá saber que la flor está por allí.
Una dulce fragancia: eso es lo que Dios quiere que esparzamos a quienes nos rodean. La Biblia dice que Dios nos guía y "por medio de nosotros, esparce por todas partes fragancia de su conocimiento". En otras palabras, si tú y yo permitimos que Dios obre en nuestras vidas, los que están a nuestro alrededor pronto sentirán el aroma de la presencia de Dios.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

NAVEGAR POR EL MAR DE LA VIDA

Subió entonces a la barca con ellos, y el viento se calmó. Estaban sumamente asombrados. Marcos 6: 51

Como decíamos ayer, nos hallamos frente a un nuevo año. En momentos como este es posible que miremos al año que ha quedado atrás para tomar nuevos impulsos y continuar el viaje de la vida, o tal vez para recordar las experiencias negativas que nos ha tocado vivir, con el propósito de no volver a cometer los mismos errores. Son muchos los que, varados en la playa de la vida, no se atreven a echar su embarcación al gran océano de la existencia humana.
Cuando la pérdida y el dolor han sido nuestros compañeros frecuentes, se vuelve difícil navegar sin temor a un nuevo naufragio. Quizás esta sea tu condición; ¿es así? Si tu respuesta es afirmativa y no puedes dejar de recordar las tormentas que has vivido, alaba a Dios porque todavía tienes vida. Una vida que él desea que vivas en abundancia, aun en medio de la más oscura borrasca. Además, si revisas bien tu estado de cuentas del año que acaba de terminar, verás que has superado todas las dificultades con la ayuda de Dios. Su promesa es: «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Juan 10:10). Espera en él, y él hará.
Cuenta tu capital y alza las velas de tu embarcación; prepárate para una emocionante travesía con Cristo Jesús como capitán. En los días nublados que presagian tormenta, ten la seguridad de que Dios hará brillar el sol de su justicia sobre ti, tal como lo ha prometido: «Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud» (Mal. 4: 2).
En este año que comienza, Dios te ofrece trescientas sesenta y cinco nuevas oportunidades para llegar a un puerto seguro. Entonces levántate, despójate del dolor acumulado, y únicamente coloca en tu barca buenos propósitos, sueños alcanzables y proyectos por concluir. Tú pon cada día tu esfuerzo y tu fe, y Dios hará provisión de todo lo demás. Llegarás a tu destino con resultados verdaderamente satisfactorios.
Recuerda que lo único que te hará fuerte cuando la tormenta llegue, es tener la seguridad de que Dios va al mando de tu embarcación y te va a guiar al puerto correcto. Ten fe.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

UN AÑO PARA APRENDER MÁS

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (Mateo 22: 37-40).

Hace algunos años, A. J. Jacobs, director de la revista Esquire, realizó un experimento extraordinario: se propuso obedecer todas las reglas de la Biblia de forma estrictamente literal durante un año. Deseaba experimentar una vida espiritual genuina. Se introduciría a la raíz misma de la espiritualidad de las religiones judeocristianas.
Al principio, escribió una lista de sugerencias, consejos e instrucciones que consideró oportunos e hizo un plan para obedecerlos al pie de la letra. El resultado fue una larga lista de 72 páginas y más de setecientas reglas, además de un plan de vida con características un tanto ridículas. Pronto se dejó crecer la barba (Lev. 19: 27), se vistió de blanco todo el tiempo (Ecle. 9:8), llevaba su propio asiento adondequiera que iba para evitar contaminarse (Lev. 15: 20), no usaba ropa hecha con fibras mezcladas (Lev. 19: 19), ejercitaba la paciencia (Prov. 19: 11); además apedreó a un adúltero (Lev. 20: 27), pagó en efectivo a la niñera al terminar cada día (Deut. 24: 15) durante todo un año. Luego publicó su experiencia en La Biblia al pie de la letra (Barcelona, España: Ediciones B, 2008), un libro muy entretenido que, en inglés, estuvo en la lista de los más leídos del New York Times durante varias semanas.
La singularidad del experimento residía en el hecho de que Jacobs no es religioso. Creció en un hogar judío extremadamente secular. No logró discernir, sin embargo, la esencia de la obediencia genuina. La Biblia presenta a Jesucristo como un ejemplo de obediencia a las reglas bíblicas. El significado de una norma se pervierte cuando su esencia se desvincula de Cristo. Las leyes ceremoniales, civiles y rituales del Antiguo Testamento son una aplicación de los Diez Mandamientos a las circunstancias culturales, sociales y políticas del pueblo de Israel. Una vez que lo asimilamos, entendemos su profundo significado. La vida de Cristo nos demostró cuál es la esencia de los Diez Mandamientos y todas las leyes de la Biblia: un profundo amor a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo. De eso dependen «toda la ley y los profetas».
¿Por qué no decides amar profundamente a Dios y permitir que este año el Espíritu Santo reproduzca la vida de Cristo en tu vida?

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

VELEN Y OREN

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1 Pedro 4:7.

Nuestro Redentor comprendió perfectamente las necesidades de la humanidad. Él, que condescendió en tomar la naturaleza humana, conocía las flaquezas del hombre. Cristo vivió como nuestro ejemplo. Fue tentado en todo como nosotros lo somos, para saber cómo socorrer a los que fueran tentados...
Cristo tomó sobre sí nuestras flaquezas, y con la debilidad de la humanidad, necesitó buscar ayuda de su Padre. A menudo se lo encontraba en ferviente oración, en el huerto, junto al lago y en los montes. Nos ha ordenado velar y orar. El descuido de la vigilancia y el escudriñamiento cuidadoso del corazón es lo que lleva a la autosuficiencia y el orgullo espiritual. Sin un profundo sentido de nuestra necesidad de la ayuda de Dios, habrá tan solo muy poca oración ferviente y sincera en demanda de ayuda...
La vigilancia incesante es de gran ayuda para la oración... Aquel cuya mente se halaga de morar en Dios tiene una defensa fuerte. Tal persona será rápida en percibir los peligros que atenían contra la vida espiritual, y un sentido de peligro la llevará a buscar al Señor para obtener ayuda y protección.
Hay momentos cuando la vida cristiana parece plagada de peligros, y se hace difícil cumplir el deber. Pero las nubes que se amontonan en nuestro camino y los peligros que nos rodean, nunca desaparecerán ante un espíritu vacilante, dudoso y falto de oración. En momentos tales la incredulidad dice: "Nunca podremos superar estos obstáculos; esperemos hasta que podamos ver claramente el camino". Pero la fe propone avanzar con valor, esperándolo todo, creyendo todas las cosas...
La oración bien puede ser ofrecida diariamente por aquellos que tienen ante sí el temor de Dios, que él preserve sus corazones de los deseos malignos, y fortalezca sus almas para resistir la tentación...
La Palabra de Dios nos exhorta a que seamos hallados "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia" (Efe. 6:18); y añade: "Sed, pues, sobrios, y velad en oración" (1 Ped. 4:7). Esta es la salvaguardia del cristiano, su protección ante los peligros que rodean su senda.— Review and Herald, 11 de octubre de 1881; parcialmente en A fin de conocerle, p. 242).

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

martes, 1 de enero de 2013

LA MULTA DE LA BIBLIOTECA

Lugar: Sudáfrica
Palabra de Dios: Efesios 1:7

Si alguna vez te olvidaste de devolver a tiempo un libro de la biblioteca, probablemente tuviste que pagar una multa, quizá diez centavos, cincuenta centavos o un peso, por cada día que te demoraste en devolver el libro. Imagina cuál sería el costo si devolvieras el libro una semana retrasado. ¿Y si demoraste un mes? La multa se agranda rápidamente, ¿no es verdad?
Un hombre llamado señor Thomson estaba curioseando en un "mercado de pulgas" de Sudáfrica, cuando vio un libro llamado Inverness Sketches 1901 a 1904, de la autora Isabel Harriet Anderson. Cuando abrió el libro, descubrió que pertenecía a una biblioteca. Aparentemente alguien sacó el libro y luego se olvidó de devolverlo.
La fecha de devolución del libro ya había pasado no un mes o dos, o un año. La fecha de devolución se había pasado ¡cien años! ¿Cien años? ¿Puedes imaginarte cuál sería la multa por un olvido así? La gente de la biblioteca revisó sus registros, e informó que la multa acumulada era ahora de cinco mil libras británicas (alrededor de 9.400 dólares).
Ese es mucho dinero para pagar por un libro. Pero, afortunadamente, el buen corazón de la gente de la biblioteca decidió que no iban a cobrar la multa.
-Está bien -dijeron-, la multa está pagada.
Y así fue como hicieron de cuenta que la abultada multa nunca había existido. Pagada completamente. Perdonada.
Tú y yo también hemos acumulado una multa considerable. No estamos hablando de dinero, sino de nuestra propia vida. ¿Sabes?, cuando el pecado entró en el mundo, trajo consigo el castigo de la muerte. Pero, Jesús pagó el precio que debíamos muriendo en la cruz, en lugar de nosotros.
-Está bien -nos dice el Señor-, la deuda ha sido pagada.
La Biblia dice: "En él [Jesús] tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia". Es como si la enorme multa nunca hubiera existido. Pagada completamente. ¡Perdonada!

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

¡HOLA, AMIGOS!

¿Están listos para una aventura? Este año, viajaremos por el mundo, visitando más de setenta países, incluyendo las Filipinas, China, Portugal, Argentina, Corea del Sur, Zimbabue, Tailandia, y Singapur. También, estaremos visitando la mayoría de los estados de los Estados Unidos. Durante nuestro viaje, conoceremos personas de diferentes países; conoceremos eventos locales; visitaremos sitios históricos, exploraremos el mundo de la naturaleza, y mucho, mucho más.
Recuerden algo, sin embargo: los viajeros necesitan recordar dónde está su patria. Así que, permítanme señalarles Filipenses 3:20. Allí dice: "Somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo".
Mientras viajamos juntos, mi oración es que elijan a Jesús como su guía siempre.

Hellen Lee Robinson