miércoles, 3 de junio de 2009

COMPLETO

Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran [...] y revestirse de la nueva naturaleza. Efesios 4:22,24
En mateo 12 Jesús cuenta una parábola que ilustra la importancia de sustituir los malos hábitos con otros buenos. La historia empieza con un hombre que estaba controlado por un espíritu malo. Un día el hombre decide que quiere empezar una nueva vida y por eso expulsa el mal espíritu.
El espíritu espera un poco de tiempo y regresa para ver qué ha sucedido con su antigua morada. Se da cuenta que el lugar que ocupaba en la vida del hombre todavía está vacío. Nada ha llenado el hueco. Así que envía invitaciones a siete de sus amigos malos.
—Vengan conmigo —dice—. El lugar que antes ocupaba está limpio y todavía nadie lo ha reclamado para sí. ¿Qué se apuestan a que ahora hay lugar para todos, nosotros?
Así que los siete espíritus malos se unen a su amigo y el pobre hombre que quiso librarse del mal por sus medios acaba con más problemas que antes.
En esta historia Jesús explica que no basta con dejar de hacer cosas malas. Cuando en nuestra vida hay algo que necesita un cambio, debemos expulsar el mal hábito luego sustituirlo con algo bueno.
Si, por ejemplo, Brad tiene un problema con el lenguaje grosero, debería pedir a Dios que lo ayude a sustituir las malas palabras con otras positivas. Cuando sienta la tentación de jurar, podría repetir un versículo de la Biblia, decir palabras de ánimo para los demás, dar gracias a Dios por sus bendiciones o cantar una canción edificante.
Cuando Dios nos pide que hagamos un cambio en la vida, lo hace porque tiene .algo mejor para nosotros. Quiere sustituir las cosas que nos hacen daño con hábito que harán que nuestra vida sea más feliz y productiva.

Tomado de la Matutina El viaje increíble.

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