viernes, 26 de junio de 2009

DALE LA VUELTA

Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos. Génesis 50:20

Warrior Brown era conocida en su pueblo de Nueva Zelanda por la facilidad con que causaba problemas. Cuando estaba borracha era una terrible luchadora. Su nombre lo decía todo: guerrera. Pero algo tocó el corazón de Warrior. Ese algo era Jesús. El Ejército de Salvación fue el responsable de llevar el evangelio a Warrior. Durante una de sus reuniones, le pidieron que diera testimonio de cómo Jesús había entrado en mi vida y la había cambiado. Cualquiera que hubiese sido un bebedor tan empedernido y tan pendenciero como Warrior, con toda certeza, estaría cargado de enemigos. Uno de ellos esperaba que saliera al frente. Cuando Warrior habló de su conversión, su enemigo empezó a insultarla a gritos. Warrior no le hizo caso. Pero cuando su enemigo sacó una patata y se la arrojó a la cabeza, todos contuvieron la respiración, a la espera de la reacción de Warrior. ¿Habría cambiado realmente? Al acabar su testimonio, Warrior se agachó y tomó la patata. No dijo una palabra más y regresó a su asiento. Pasaron los meses y el incidente de la patata se olvidó. La gente estaba ocupada cuidando de sus huertos. Una mañana, mientras los lugareños se reunían en la plaza Ira vender el excedente de sus productos, Warrior se les unió. Traía un cesto lleno de patatas y las compartió con sus vecinos. Cuando alguien convierte una situación desagradable en algo bueno se dice que le ha dado la vuelta. Warrior hizo exactamente eso con la patata. En lugar de enfucerse y devolver un mal con otro mal, hizo que la patata echara brotes, la cortó en pedazos y cultivó sus propias patatas. Con la ayuda de Dios, lo que tenía que ser un mal se convirtió en una bendición.

Tomado de la Matutina El viaje increíble.

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