miércoles, 19 de septiembre de 2012

HABLA POR TI MISMO


«No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados» (Lucas 6:37).

Durante varios días aprenderemos lecciones espirituales de la historia de los diez leprosos. Mientras las preparo, estas lecturas son una bendición para mí. El propósito de este libro de meditaciones matinales es acercarnos a Jesús, por lo que sé que el Espíritu Santo me está ayudando.
Lucas continúa la historia: «Y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias. Este era samaritano. Jesús le preguntó: "¿No son diez los que han quedado limpios? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviera y diera gloria a Dios sino este extranjero?"» (Luc. 17:16-18).
El hombre agradecido no levantó la vista para decir: «Señor, todos fueron a presentarse a los sacerdotes. No puedo creer que no volvieran a alabarte. Son de lo más ingrato que he visto». No, el hombre no contestó la pregunta. No quería ser su juez. Estaba más ocupado en dar las gracias a Dios por lo que había hecho por él que en descubrir los errores ajenos. ¿Se ha fijado que, cuando queremos destacar, a veces intentamos hacerlo sacando a relucir las faltas de los demás? Quien está verdaderamente agradecido por las bendiciones que Dios le prodiga no encuentra tiempo para criticar y condenar a los demás.
«El yo siempre albergará una gran estima por sí mismo. Cuando los hombres abandonan su primer amor, dejan de guardar los mandatos de Dios, y comienza a criticarse unos a otros. Este espíritu seguirá luchando por la supremacía hasta el fin del tiempo. Satanás está tratando de fomentarlo de manera que los hermanos en su ignorancia intenten devorarse mutuamente. Esto no glorifica a Dios; por el contrario, lo deshonra muchísimo y contrista al Espíritu Santo» (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, cap. 70, p. 663). Cuando entendamos cómo obra la gracia de Dios en nuestro corazón no tendremos tiempo para criticar a los demás. Todos hemos sido sanados por el Gran Médico. Centremos nuestra atención en lo que Jesús ha hecho, y hace, por nosotros.  Basado en Lucas 17:11-19

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

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