viernes, 3 de julio de 2009

CUANDO DIOS SE DEMORA, CONFÍA EN SU PODER

Y Marta dijo a Jesús:«Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto». Juan 11:21

Hay una mezcla de fe y de reproche en estas palabras. Esto indica la clase de amistad que había entre Marta y sus hermanos con Jesús. Eran amigos queridos. Solo entre amigos cercanos se habla de esta manera franca y sincera. Aunque Marta estaba de luto por la muerte de su hermano, todavía tenía fe en lo que Dios podía hacer y estaba dispuesta a seguir todas sus indicaciones.

Jesús le contestó con aquellas memorables palabras: «Tu hermano resucitará». La respuesta de Marta fue: «Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero» (Juan 11: 24). Es una maravillosa declaración de fe. Es la más grande confesión que se encuentra en el Nuevo Testamento. Lázaro, hermano de Marta, había muerto. Había un lugar vació en la casa. Habían esperado que Jesús viniera prontamente a resolver el problema que afrontaban. Vino, pero no tan rápido como esperaban. A pesar de su desesperación y del dolor que embargaba su corazón, Marta declaró que seguía creyendo en el Hijo de Dios. Desde lo profundo de su dolor, demostró fe en el poder de Dios y fue grandemente recompensada.
En una escena dramática, Jesús elevó una oración sencilla, luego «clamó a gran voz: ¡Lázaro ven fuera!» (Juan 11:43). ¿Por qué clamó con voz fuerte? Para que la multitud presente pudiera escuchar. Y también por lo que dice R. G. Lee: «Jesús llamó a Lázaro por nombre, porque si solo hubiera dicho: "Ven fuera", el cementerio completo se habría quedado sin uno solo de todos los cuerpos allí sepultados». Este es el milagro más grande relatado en el Nuevo Testamento. Es una prueba absoluta de que Jesucristo tiene en su poder la vida y la muerte.
¿Cómo respondes cuando Dios se demora? Debes demostrar confianza en su amor, sumisión y obediencia a su autoridad, y fe en su poder. Decide hoy no dudar de lo que Dios ha prometido con toda claridad.
Dios ha hecho preciosas y grandísimas promesas a sus hijos. Procura conocer bien la Palabra de Dios. No permitas que la oscuridad de la duda nuble la luz que Dios te ha dado a través de su Palabra. No importa que Dios se demore cuando tú lo llamas. No importa que parezca no escuchar tus oraciones. No importa que haya momentos de perplejidad y confusión en tu vida. Confía en su poder. Dios tiene reservadas grandes sorpresas para sus hijos. Todas glorifican su nombre y son para el mayor bien tuyo y de los suyos.

Tomado de la matutina Siempre Gozosos

No hay comentarios:

Publicar un comentario