sábado, 18 de julio de 2009

EL SEGURO DE VIDA DE DIOS

Querido hermano, pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud. 3 Juan 2

Ayer hablamos de cómo puedes conseguir que te gusten los nuevos alimentos. Hoy quiero decirte por qué comer lo correcto cuando eres joven es tan importante. El Dr. Charles Attwood, un médico conocido a lo largo y ancho de los Estados Unidos, cree que comer la clase adecuada de alimentos durante toda la vida es un gran seguro de vida. La investigación demuestra que las arterias ya pueden empezar a taponarse a partir de los tres años de edad. Y cuando se alcanza la adolescencia el asunto todavía se pone más feo. Quienes comen muchos alimentos fritos, postres, carne, queso y otros productos lácteos son candidatos perfectos para sufrir un ataque de corazón, cáncer y convulsiones. Si, en su lugar, escoges comer fruta, legumbres, semillas, frutos secos, cereales y hortalizas, podrás vivir más y te sentirás mejor. Pero quizá pienses: «Todo el mundo tiene que morir algún día. ¿Por qué hay que esforzarse por mantenerse sano? ¿Por qué no bebemos y comemos lo que nos apetezca y disfrutamos de la vida?» Estaría bien si pudiésemos conservar la salud y seguir activos hasta el día en que muramos. Pero, para la mayoría de la gente, eso no sucede. Quienes no protegen su salud suelen estar postrados durante veinte años o más antes de que su cuerpo se rinda. Sufren dolores, no pueden disfrutar de la comida y no tienen fuerzas para salir a la calle y divertirse. Dios quiere que disfrutemos al máximo de la vida. Quiere que tengamos salud y seamos felices. Por eso nos aconsejó qué debemos comer. Si le hacemos caso, tendremos un seguro de vida tan bueno que el dinero no puede comprarlo.

Tomado de la matutina El viaje Increíble.

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