viernes, 6 de noviembre de 2009

¿ERES UN CONSUELO PARA OTROS?

Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito (2 Corintios 7:6).

Alguna vez has estado muy preocupada o sufriste la pérdida de un ser querido? Quizás querías estar sola o tal vez deseaste que alguien llegara en ese momento para decirte algunas palaras de consuelo o te recordara algunas promesas de la Palabra de Dios.
Hace tiempo una de mis vecinas, que vive a la vuelta de la calle donde vivo, sufrió una tragedia: uno de sus hermanos se quito la vida con veneno. Cuando me enteré sentí mucha tristeza por ella y por su familia.
Nunca había platicado con ella, solo cuando pasaba la saludaba. Ahora que la veía triste, sentí la necesidad de visitarla y pensé que Dios me daba la oportunidad de consolarla. Fui a la tienda, compré un pastel, busqué le libro El camina a Cristo y oré a Dios para que me diera palabras edificantes que la hicieran sentir mejor. Debo decirte que en su tristeza pude ver tranquilidad y una sonrisa. Antes de retirarme le hice saber que oraría por ella. No pudimos platicar mucho, pues estaba por salir.
No necesitamos hacer mucho, la gente solo pide un poco de atención. Jesús consoló y ayudo a Jairo, a la viuda a Naín y a las hermanas de Lázaro por el dolor que sentían en ese momento. Un poco de apoyo moral puede marcar una gran diferencia en la vida de nuestros semejantes. Seguramente Tito se había convertido en una influencia consoladora para el apóstol Pablo. Su presencia fortaleció mucho la fe y la esperanza del gran líder de la iglesia.
Asimismo, cada una de nosotras debemos convertirnos en canales de consuelo para quienes padecen dolor y sufrimiento. No se trata de repetir versículos de la Biblia para convencer a la gente de la doctrina correcta, más bien, de brindar amistad, aprecio y atención para satisfacer las necesidades emocionales de la gente. La bondad es la llave que abre la puerta del corazón de la gente. La bondad es la llave que abre la puerta del corazón de la gente al evangelio de Cristo. Recuerda que Jesús estará a tu lado para consolarte en medio de tus luchas diarias. Te alabo, Señor, por esa oportunidad que me das y te pido que me des sabiduría para poder consolar a otros.
Gloria de Torres
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.

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