jueves, 21 de enero de 2010

ENCOMENDAR Y CONFIAR

Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Salmos 37:5.

Es relativamente fácil poner las responsabilidades y preocupaciones de nuestra vida en las manos de Dios. Claro, situarlas allí por unos momentos. Pero dejárselas en todo momento a él nos resulta muy difícil. Es como darle nuestro diario y permitirle que lea nuestras preocupaciones, pero quitarle el cuaderno al terminar la oración. Según el Diccionario de la Real Academia Española, encomendar quiere decir «facultar», «encargar a alguien que haga algo o que cuide de algo o de alguien». Encomiendas cuando confías. Vamos a suponer que finalmente lo haces. Entonces, ¿él actuará? ¿Te parece que ese es el estado ideal para que Dios conteste tus oraciones? ¿Qué es más fácil encomendar tu camino que tomar tu propio camino para que Dios conteste tus oraciones?
Este es otro de los textos de la Biblia muy amado por la familia de la Universidad de Montemorelos. Para muchos resultó su texto favorito. Hugo Enrique Procopio, que cumple años justamente hoy, dice que en su decisión de estudiar teología dejó sus planes en las manos de Dios. Creo que hay un peldaño más en nuestra escalera de confianza en Dios: No poner nuestros planes en sus manos, sino preguntarle a él por los planes para nuestra vida. ¿Pero cómo vamos a ir a Dios sin ningún plan? Resulta muy difícil esperar cuando ya tenemos todo listo y sabemos lo que tenemos que hacer. Por eso acudimos a Dios en oraciones breves, porque ya no podemos esperar más, ¡ni siquiera por sus indicaciones!, para cumplir con nuestras responsabilidades y nuestros planes.
Otra, persona qise se refiere a este texto es el profesor Roberto Gamaliel Castellanos, !que pertenece a una numerosa familia que puso toda su confianza en Dios ¡para- trasladarse desde el sur de México hasta Montemorelos, en el extremo norte del país. «Llegamos con la esperanza de que él fuera nuestro ayudador y así fue», afirma este educador. Dios cumplirá su promesa si buscas tu camino y aprendes a decirle: «Hágase tu voluntad».

«No indiquen ningún modo particular en que el Señor deba obrar por ustedes antes de creer que recibirán las cosas que le piden, sino confíen en su palabra y dejen todo el asunto en manos del señor». MJ 21.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

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