lunes, 15 de febrero de 2010

EL PROCESO DEL CRECIMIENTO

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado (Salmo 1:1)

Ser madre ha sido de gran bendición, y tener a un pequeño junto a mí me recuerda al proceso del crecimiento. En este momento, nuestro hijo Alsten Timothy está en la etapa que ya puede sentarse solo. La primera vez que lo hizo, mi esposo y yo lo miramos con asombro, mientras trataba de mantenerse derecho. Más recientemente, estábamos todos felices de que estuviera aprendiendo a gatear y ponerse de pie. Por el momento, se pone de pie sosteniéndose de los muebles, pero pronto comenzará a caminar. Este es el proceso del crecimiento. A medida que vamos madurando, aprendemos a sentarnos, a ponernos de pie y a caminar. Es un proceso natural.
El Salmo 1 nos habla acerca de dos maneras de enfocar la vida: como justos o como malos. La promesa afirma que el que es fiel y no camina en consejo de malos será bienaventurado. Pero hay una advertencia implícita que sugiere que los que sigan el camino de los malos llegarán a la ruina.
Lo interesante acerca del crecimiento natural de los niños es que primero se sientan, luego se ponen de pie y finalmente caminan. Pero, en nuestra vida espiritual es a la inversa: primero caminamos, luego nos ponemos de pie y finalmente nos sentamos. Primero comenzamos a caminar en el consejo de los incrédulos, luego nos ponemos de pie en la senda de los pecadores y finalmente nos sentamos con los escarnecedores. Todo va hacia atrás, hasta que nos detenemos completamente. Llega el momento en que ya no podemos caminar y nos sentimos inmovilizadas. Estamos listas para ponernos de pie y comenzar a criticar a los demás. Finalmente nos sentamos quejándonos por todo.
Cuando nos ponemos en las manos de Dios, primero nos sentamos y escuchamos sus palabras inspiradas. Él nos restaurará con su Espíritu y nos dará las fuerzas para ponernos de pie en este mundo de maldad. Cuando ya seamos capaces de sostenernos en pie comenzaremos a caminar con Cristo Jesús. Seremos bendecidas cuando miremos directamente a Dios para recibir consejos. La Biblia aconseja que no debemos dejarnos desviar.
¿Por qué no sentarnos, ponernos de pie y caminar por Cristo el día de hoy?
Jeba Andrews
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

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