domingo, 23 de octubre de 2011

PREDICIENDO EL FUTURO CON EXACTITUD

Porque yo Jehová hablaré, y se cumplirá la palabra que yo hable. Ezequiel 12:25.

Todos deseamos conocer el futuro. Si asistimos al médico, buscamos la seguridad de que nos sentiremos mejor en un par de días; si vamos a una entrevista laboral, deseamos saber si hemos obtenido el trabajo; al conocer a una persona del sexo opuesto, quizá nos preguntamos si esta podría ser nuestra pareja futura. El futuro nos interesa y siempre nos ha interesado.
Muchos, aprovechándose de este deseo generalizado, pretenden "leer" el futuro de otras personas, pero siempre para obtener ganancias económicas. Algunos recurren a las cartas del Tarot, otros a la "lectura" de los astros y el horóscopo. También están los que "leen" las líneas de las palmas de las manos y no faltan quienes "ven" el porvenir en una borra de café.
Pero solo Dios puede predecir el futuro con total exactitud. La probabilidad, la aproximación, el promedio de posibilidades, pueden dar una idea acerca del futuro, pero ninguna de ellas tiene la completa seguridad de que así será.
El Dios del cielo, a través de su Palabra, dejó expresado el futuro de la humanidad y el fin de este mundo de pecado con total exactitud. Una de las profecías más impresionantes en este aspecto es la que Dios le dio a Nabucodonosor a través de un sueño. La profecía fue dada seiscientos años antes de que Jesús viniera a la tierra, y predecía que el mundo sería gobernado por cuatro imperios sucesivos y que después del cuarto imperio, nunca más el mundo volvería a estar dominado por un solo monarca. La historia universal confirmó lo que la profecía predijo: solo existieron cuatro imperios universales (Babilonia, Medo-Persa, Grecia y Roma), y luego nunca más el mundo se volvió a unir. Napoleón Bonaparte, Guillermo II, y Hitler fueron algunos de los que procuraron ir en contra de lo que Dios predijo, intentando unir a toda Europa y Asia bajo un mismo gobierno, pero cada intento fallido sirvió para afianzar la fe en las profecías. Ninguno lo logró. Es increíble, pero un versículo de la Biblia es más poderoso que todos los ejércitos que puedan ponerse en marcha para contradecirlo.
Solo Dios puede predecir el futuro, y cada cristiano tiene el poder de conocer el porvenir en la medida que dedique tiempo al estudio de su Palabra.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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