martes, 31 de enero de 2012

DE PIE ANTE EL SEÑOR

No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él [Juan 2: 15).

El mar muerto posee características únicas y muy distintivas. Son esas peculiaridades las que lo convierten en un destino turístico muy atractivo. Uno tiene que pasar por la arena ardiente si desea llegar a sus aguas. Sin embargo, no es el típico mar en el que uno se pueda refrescar. Durante el verano, por ejemplo, el agua de la superficie puede alcanzar una temperatura de 37 °C (98 °F). Además, el agua podría provocarnos una fuerte irritación en los ojos por su alta salinidad, que es casi diez veces más elevada que la del resto de los mares.
Los que no saben nadar tienen una gran ventaja, pues podrán flotar en el Mar Muerto sin mucho esfuerzo. Es más, uno flotará prácticamente sin quererlo y no será tan fácil volver a poner los pies en la tierra de nuevo. Es incluso divertido ver a más de un turista tratando de ponerse en pie. Los movimientos que realizan en el intento se parecen a los de un insecto que lucha por voltearse, mientras se encuentra patas arriba.
Algo semejante es lo que sucede con nuestras vidas cristianas. La elevada concentración de factores como la música popular, el cine, los programas de televisión, la moda, la publicidad y la ya indispensable Internet nos afectan negativamente, en especial a los jóvenes. Todos esos elementos están cargados de inmoralidad, deslealtad, rivalidades, hedonismo y sexo, entre otras cosas.
Quizás sea más fácil y cómodo continuar flotando sobre las aguas saturadas de maldad que luchar por mantenernos de pie, como en el caso de los bañistas que se sumergen en el Mar Muerto.
Cómo cristianos debemos mantenernos firmes sobre la Roca, cimentados en los principios que Dios manifestó en su palabra. ¡Que el Señor nos ayude a permanecer firmes en el!

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Lupita Susunaga Navarro es profesora de Lengua y literatura en la Universidad de Montemorelos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario