lunes, 9 de enero de 2012

UNA MUJER COMPLETA

«Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, esa será alabada» (Proverbios 31; 30).

El culto a la belleza que impera en nuestros días hace que muchas mujeres se preocupen excesivamente por mantenerse tan jóvenes y bellas como sea posible recurriendo a cirugías y tratamientos que en muchos casos son innecesarios. Sin embargo, generalmente se descuida la belleza interior. Helen Andelin afirma en su libro El arte de ser una mujer encantadora:
«Cuando un hombre mira a una mujer, lo primero en lo que se fija es en sus atributos físicos. Es un rasgo natural de su sexo. Mirará su rostro y su cuerpo, pero no necesariamente en este orden. Luego, si ella posee esas maravillosas cualidades internas que proceden de Dios, él verá el brillante reflejo de Dios. El aspecto físico y las virtudes interiores se combinarán y surgirá ante sus ojos una mujer completa».
Según nos dice el sabio Salomón en Proverbios 31, la mujer tiene un lugar y una función distintivos y únicos. Algunos de los aspectos que contribuyen a que se la considere una mujer hermosa son:
Teme a Dios. «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová» (Prov. 1:7). El temor de Jehová penetra en cada aspecto de la vida y la personalidad humana. Sus encantos verdaderos son el resultado de una experiencia práctica y constante con la única fuente de amor y dedicación.
Es sabia. Es espiritual y es inteligente. Define y establece bien su orden de prioridades, concediéndole siempre el primer lugar a Dios. Es consciente de sus privilegios y deberes espirituales, así como de su papel en la sociedad en la que se desenvuelve y en la época que le toca vivir.
Es servicial. Es diligente en el trabajo y siente verdadero placer en ser eficiente. Es hábil para crear y desarrollar actividades y provechosas. Se esfuerza por proveer lo mejor para los suyos y los motiva a ser proactivos. Aunque no espera recompensa, su mayor gozo consiste en servir con esmero.
Amigas, dediquemos tiempo y esfuerzo a conocemos a nosotras mismas, a cultivar nuestras virtudes y a corregir nuestros defectos con la ayuda de Dios. Así llegaremos un día a ser mujeres completas para la gloria y el honor de Dios.

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Coraduma Escobar de Villarreal es maestra.

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