lunes, 6 de febrero de 2012

HÁBITOS DEL CORAZÓN

La luz se esparce sobre los justos, y la alegría sobre los rectos de corazón. Salmo 97:11, NVI.

«Los años críticos». Así califica la escritora Sharon Parks los años entre la adolescencia y la edad adulta. Esta es la etapa del desarrollo en la que, sin lugar dejar de ser joven, comienzas a vivir en el mundo de los adultos. Es la fase de tu vida en la que, en condiciones ideales, tus conceptos de lo bueno y lo malo echan raíces profundas que te guían en la toma de decisiones.
Durante la infancia y los primeros años de la adolescencia, tus padres y maestros te enseñaron los principios y valores que orientan tu conducta. Esas enseñanzas conforman lo que tú sabes de lo bueno y de lo malo. En una palabra, modelan tus creencias. Cuando llegan los años críticos, la labor formadora de tus padres y maestros idealmente ya ha sido hecha y ahora eres tú quien debe convertir esas creencias en una forma de vida.
¿Qué factores contribuyen para que integres tu conocimiento moral (lo que crees) a tu conducta moral (la forma en que vives) ? Según Steven Garber, existen tres factores, que él denomina «los hábitos del corazón».
- Hábito n° 1 (las convicciones): «¿En qué creo?»
- Hábito n° 2 (los modelos): «¿A quién admiro?»
- Hábito n° 3 (los amigos): «¿Con quién me asocio?»
Después de años de observación y de investigación como profesor universitario, Garber afirma que los jóvenes que han logrado integrar lo que creen con la manera en que viven poseen estas tres características:
1. Tienen sólidas creencias, principios y valores.
2. Han escogido como modelos a personas (en especial a sus padres, maestros y profesores) que han sido un ejemplo viviente de esas creencias.
3. Se han asociado con amigos que los han animado a vivir de acuerdo a lo que creen, y que los han inspirado para hacer lo correcto (The Fabric of Faithfulness [La trama de la fidelidad], pp. 37, 18, 176, 177).
En otras palabras, para vivir a la altura de tus principios no es suficiente que sepas qué es lo correcto. También necesitas ponerlo en práctica. Para lograr este ideal, es muy importante que escojas bien a tus modelos y a tus amigos. Y que lo hagas ahora, durante los años críticos de tu vida.
Señor, dame sabiduría para escoger bien a mis modelos y amigos. Y dame poder para vivir de acuerdo a lo que creo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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