lunes, 5 de marzo de 2012

NO INTENTES CAMBIAR A LOS DEMÁS.

Y quédate con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue, hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti y olvide lo que le has hecho (Génesis 27: 44-45).

Isaac y Rebeca enfrentaron serios problemas con sus hijos. Rebeca hizo alianza con su hijo Jacob, quien mintió y engañó a su padre y a su hermano mayor. Es lamentable que aún hoy en día algunos padres se parcialicen a favor de uno de sus hijos.
Un alejamiento, ya sea emocional o físico, quizá convenga en determinadas ocasiones, cuando las fricciones son demasiado difíciles de superar en el momento. Sin duda es una solución rápida y efectiva para reducir el enojo o la frustración. Por consejo de su madre, Jacob se fue de casa temporalmente.
Los distanciamientos pueden representar un alivio a corto plazo, pues se disminuye la ansiedad y la tensión emocional al librarnos de incómodos roces y enfrentamientos. Sin embargo, cualquier problema emocional no resuelto podría reflejarse en el cónyuge o en los hijos. El distanciamiento emocional asimismo podría afectar y causar mucho daño a las relaciones familiares. Si los padres enseñan por precepto y ejemplo a sus hijos a respetar a sus hermanos y a decir la verdad, las relaciones familiares serán más satisfactorias y fluidas.
Después de veinte años Jacob regresó a la región donde había nacido y crecido. Mientras estaba en camino envió delante de él varios obsequios a su hermano con el fin de calmar el enojo de aquel. Luego, al saber que Esaú venía a su encuentro acompañado de cuatrocientos hombres, sintió un gran temor. Jacob colocó al frente de la comitiva a sus concubinas, esposas y niños, y luego se abrió paso entre ellos. A continuación se inclinó siete veces hasta que llegó a donde estaba su hermano. Esaú se apresuró a venir a su encuentro, abrazó y besó a Jacob y luego ambos se echaron a llorar. Aquella fue una hermosa escena de perdón. Jacob y Esaú no tenían necesidad de bienes materiales, lo que necesitaban era el perdón y la aceptación mutua.
Dios ha concedido los dones y talentos necesarios para sostener buenas relaciones con los demás. Su gracia infinita nos ayudará a aceptar, respetar, perdonar y abrazar a nuestros familiares y a nuestros semejantes.

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Blanca Dalila de Góngora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario