jueves, 29 de marzo de 2012

UN DIOS DE MILAGROS

Pues nada hay imposible para Dios (Lucas 1:37).

Los desafíos, las presiones y la violencia que enfrentamos en la actualidad pueden hacer que nuestra vida parezca un sueño imposible. Sin embargo, Dios muestra su poder y amor al realizar milagros a favor de sus hijos.
Mi vida cambió cuando dediqué más tiempo a orar por mis hijos, por mi esposo y por mi familia. Soy miembro de un grupo de oración y nos toca orar por todas las peticiones que nos llegan de aquellos que desean que Dios tome el control de sus vidas. He podido experimentar en un vida los milagros constantes de Dios y el cuidado que tiene con cada ser humano.
En cierta ocasión nos tocó orar por el hermano Germán, cuya situación económica lo obligó a emprender un valioso viaje para alcanzar «el sueño americano». A los quince días, por fin llegó a su destino. Sin embargo, a las pocas horas de estar en territorio norteamericano, fue apresado por la policía fronteriza.
Germán cumplía años al tercer día de su detención. Precisamente ese día, a la hora del desayuno, se le acercó un agente y le dijo: «Joven, aquí están tus papeles y tus cosas. Hoy es un día especial para ti. Te puedes ir». Germán no podía creer lo que le estaba sucediendo. Eso era algo insólito. Nadie lo podía creer, ni tan siquiera los que viajaban con él y estaban también en prisión; pero así fue.
En la actualidad Germán viven en Dallas. Está sumamente me agradecido al Señor por ser un Dios tan misericordioso y por cumplir sus promesas. Yo aprovecho también para testificar que los milagros existen, y que se producen a diario. Pero, ¡cuidado con los milagros! No todos provienen de Dios.
«Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros. Los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, hasta el punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Es así como los habitaciones de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad» (El cólportor evangélico, p. 158).

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Roxana Elizabeth Menjivar

No hay comentarios:

Publicar un comentario