lunes, 7 de mayo de 2012

UNA SATISFACCIÓN INIGUALABLE



Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. (Salmo 37:4-5).

Una de las decisiones más importantes de la vida es elegir al compañero ideal. Cuando yo decidí seguir a Jesús, Satanás comenzó a hostigarme fuertemente y mi vida se complicó hasta tal punto que abandoné los principios divinos. Con el paso del tiempo mis padres decidieron enviarme a la Universidad de Montemorelos y allí me enamoré. Encontré en aquel lugar a un Dios maravilloso que me libró en muchas ocasiones de la aflicción e incluso de una muerte segura.
Dios utilizó a un pastor para decirme lo que me sucedería si seguía fielmente al Señor. Recuerdo que me decía  que encontraría un hombre que me amaría mucho, y así fue. Dios me ha concedido la felicidad total. Me permitió conocer a mi esposo y compartir con él mis satisfacciones y mis tristezas, así como dos preciosos hijos. En todo aquello aprendí a conocer más del amor de Jesús y de su cuidado y misericordia. Asimismo, a reconocer que cada día el Señor iba moldeando mi vida para que me convirtiera en una nueva criatura. Hoy puedo decir que «ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gal. 2:20).
Tal vez tú hayas pasado, o estés pasando, por circunstancias similares a las que me ha tocado vivir a mí. Quizá pienses que la adversidad te ha golpeado hasta tal punto que has olvidado por momentos a tu amigo Jesús. Pero recuerda que la solución está en él, quien te ama y te comprende mejor que nadie. Dedica tiempo a buscarlo, pues no está lejos. Arrodíllate y ora; entrégate a él y empezarás a sentir el toque de Dios en tu vida.
Dios me ha concedido innumerables bendiciones, y también desea dártelas a ti. Ábrele tu corazón y permítele obrar en tu vida. Cuando menos lo imagines reconocerás que el Señor te está guiando y que todo será diferente.
Amante Dios, permite que decidamos encomendar nuestra vida y nuestros deseos a ti. Queremos actuar en todo momento bajo tu santa dirección y permanecer en tu dulce compañía. Por favor cuida de nosotras ahora y siempre. 

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Silvia Muñoz vive en México

No hay comentarios:

Publicar un comentario