domingo, 3 de junio de 2012

LO QUE NADA PUEDE SUPERAR


Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. Éxodo 20:8

Cuando Yara llegó al colegio de internado, pasó el primer día desempacando sus pertenencias y arreglando su dormitorio. Los días que siguieron los dedicó a conocer su nuevo ambiente y hacer nuevos amigos, pero cuando llegó el viernes, una sensación de nostalgia se apoderó de ella. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no había «desempacado todas sus pertenencias».
Al ocultarse el sol, su mente comenzó a recordar los sábados en su hogar: los himnos, las lecturas de la Biblia, las oraciones de gratitud, incluso la deliciosa comida que su madre preparaba. En ese momento, habría hecho cualquier cosa por estar junto a su familia.
La joven protagonista de esta experiencia fue Yara Cerna Young, autora del libro ¡Oh, no! ¡Otra vez es sábado! En esa obra, la autora afirma que sus más tiernos recuerdos de la vida familiar giran en torno al sábado y las tradiciones sabáticas que practicaban en su hogar.
Y tú, ¿cuánto disfrutas los sábados? No sé cuánto disfrutas del día de reposo ahora mismo en tu hogar paterno, ni mucho menos qué recuerdos te llevarás cuando salgas para establecer tu propio hogar, pero quiero compartir contigo lo que en mi opinión es lo más hermoso del día sábado.
Tú ya sabes que en la semana de la creación Dios reposó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó (ver Gen. 2:2,3). Sin embargo, ¿te has preguntado por qué Dios apartó ese día? ¿Qué propósito tan especial tenía en mente? Sí, es verdad que lo hizo para recordarnos que él es el Creador. Pero hubo otra razón, yo diría que más emocionante. ¡Lo apartó para tener al final de cada semana una cita contigo, conmigo y con cada uno de sus hijos! Cada sábado, Dios viene a encontrarse con nosotros, por lo que tenemos que estar listos para darle la bienvenida.
¿Puede haber en este mundo una experiencia que supere en importancia a una cita con Dios? No la hay. ¡Prepárate entonces para disfrutar de esa cita este próximo sábado!   
Maravilloso Creador, gracias por apartar tiempo para estar conmigo. Quiero prepararme para nuestra cita de este próximo sábado.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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