domingo, 29 de julio de 2012

ABRAZANDO A NUESTROS SUEGROS


El hijo sabio alegra al padre; el hombre necio menosprecia a su madre. (Proverbios 15:20).

Esos señores mayores a quienes llamamos suegros, realmente deberíamos considerarlos como a unos segundos padres. Con ellos debemos compartir nuestros sueños, nuestros hijos y también el amor que sentimos por nuestra pareja. Los suegros forman parte de la familia del hombre que nos ama; por tanto, no los consideremos como si fueran meros extraños. Reconozcamos que más bien son nuestros consejeros y amigos. Respetarlos y amarlos contribuirá asimismo a la felicidad de nuestro esposo y a la de la pareja. Podríamos llamarlos papá y mamá, si es que eso los hace sentir que están más integrados en nuestro círculo del hogar. Para ellos podemos y debemos ser como una hija natural, con todo lo que eso implica.
Quizá nos pueda llegar a parecer imposible relacionarnos íntimamente con ellos. Demos gracias a Dios si acaso hemos logrado este objetivo, recordando que también ellos son los abuelos de nuestros hijos. Permitámosles que disfruten de sus nietos, de forma que los chicos sientan que el nexo que nos une está arraigado en el amor, de forma que el día que ellos no estén con nosotros permanezca el dulce recuerdo de su amor y compañía.
«El despreciar la autoridad de los padres lleva pronto a despreciar la autoridad de Dios. Así se explican los esfuerzos de Satanás por menoscabar la autoridad del quinto mandamiento. Entre los paganos se prestaba poca atención al principio ordenado en este precepto. En muchas naciones se solía abandonar a los padres o darles muerte cuando la vejez los incapacitaba para cuidarse así mismos. En la familia, se trataba a la madre con poco respeto» (Patriarcas y profetas, cap 29, p. 307).
Honremos a nuestros suegros y padres. Ojalá que cuando nos toque sentamos a mirar un álbum de recuerdos familiares podamos tener un grato recuerdo de lo que ellos representaron en nuestras vidas y en las de nuestros hijos.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Lidia de Pastor

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