sábado, 25 de agosto de 2012

UNA NORMA ELEVADA


Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. (1 Corintios 10:23).

Estaba de visita en casa de una amiga cuando llegó su hermana y nos mostró un collar y una pulsera que la profesora de la clase de manualidades de su colegio les estaba enseñando a confeccionar. Me interesé en ver aquellas prendas, ya que me gustan las manualidades. Sin embargo, me di cuenta de que mi reacción quizá había sido demasiado entusiasta.
Al día siguiente, al finalizar el culto matinal, dije: «Señor, muéstrame lo que quieres que lea en tu Palabra». En aquel momento me acordé del collar y la pulsera del día anterior. Acto seguido, al abrir la Biblia, mi mirada se detuvo en 1 Corintios 10:23 que es el texto de hoy. Nos pueden atraer muchas cosas como la música, las joyas, o el maquillaje, pero es importante que no nos dejemos llevar por esas tentaciones.
Elena G. de White hace el siguiente comentario: «El Cielo entero conoce todo pensamiento, toda acción. Las acciones de ustedes podrán ser invisibles para sus conocidos, pero están abiertas a la inspección de los ángeles. Los ángeles tienen la comisión de servir a los que se esfuerzan por vencer todo hábito malo y mantenerse libres de las artimañas de Satanás» (Mensajes para los jóvenes, cap. 4, p. 20).
«Los que usan pulseras y ornamentos de oro harían mejor en quitarse esos ídolos de sus personas y venderlos, aunque sea por menos de lo que han pagado por ellos, y así practicar la abnegación. El tiempo es demasiado corlo para adornar el cuerpo con oro o plata o ropas costosas. Sé que puede hacerse una buena obra en este respecto. Jesús, el Comandante de las cortes del cielo, dejó a un lado su corona de realeza y su manto regio, y descendió de su trono de monarca; y revistió su divinidad con las vestimentas de la humanidad, y por nuestra causa llego a ser pobre, a fin de que por su pobreza nosotros llegáramos a poseer riquezas eternas» (Mensajes selectos, 13, p. 283)
Te invito a que cada día le pidamos a Dios en oración que nos ayude a superar las tendencias a la ostentación y a la vanidad que podamos tener.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Haytza M. González 

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