jueves, 9 de agosto de 2012

UNA ORACIÓN POR LA FAMILIA



Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.  Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y  la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. (Salmo 90:16-17).


Qué oración tan abarcante y conmovedora eleva Moisés, el varón de Dios, en este pasaje!  Primeramente le pide al Dios de los cielos que manifieste su obra. ¿Cuál es esa obra? Es la obra de la redención, planificada desde la misma Creación. Al mismo tiempo incluye la entrega de su Hijo para redimirnos y llevarnos con él.
Esta obra no es tan fácil de comprender, aunque está revelada en la Palabra de Dios y la podemos percibir gracias a su cuidado diario. Se requiere el discernimiento y la sabiduría divinos para entenderla. Es necesario que él nos ayude a abrir los ojos para que la contemplemos en toda su magnitud. De esa forma, viviendo conforme a la profundidad de su significado, nos mantendremos integrados en pensamiento y en acción como una familia unida. Una familia que realmente vive conforme a la fe que ha aceptado.
La súplica que encontramos en el texto de hoy tiene que ver con la manifestación de «la gloria de Dios» en la vida de nuestros hijos. Aquí Moisés representa al grupo de padres que anhela que sus hijos contemplen la gloria del Hijo revelada en su carácter, al vivir una vida consagrada. Es decir, que sus hijos puedan revelar el carácter de Cristo, quien es todo nobleza y dulzura.
La petición expresada en «descanse la luz de Dios sobre nosotros» está relacionada con esa misericordia que Dios desea derramar a medida que nos acercamos a él para recibirla. Su misericordia nos puede guiar por el camino de verdad y de vida.
Por último, Moisés pide que se confirmen las obras de nuestras manos. Esto implica que el Señor establezca y afiance lo que hacemos como padres y madres para que podamos cosechar los frutos de nuestra labor.
Señor, sella nuestra labor como madres. Cubre nuestras deficiencias y llénanos de sabiduría y amor de lo alto para inspirar en nuestros hijos la firme determinación de reflejar la gloria de Dios en sus vidas.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Lidia de Pastor

No hay comentarios:

Publicar un comentario