miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL OLVIDO


Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. (Eclesiastés 12:1).

¿Te has dado cuenta de los muchos detalles que con frecuencia se nos olvidan? Parece que el olvido se vuelve más común y frecuente según vamos avanzando en edad. Eso no quiere decir que sean una señal de vejez, sino que parece ser más repetitivo cuando avanzamos en edad. Sin duda el olvido es una característica desagradable que a muchas nos incomoda, pero también forma parte de nuestra herencia de pecado.
Dios, en su infinito amor y misericordia, nos ha dejado numerosas menciones en su Palabra respecto al olvido Muchas de ellas nos advierten de las terribles consecuencias de olvidar sus preceptos. El Señor también nos señala las ventajas y los grandes beneficios de no olvidar.
La juventud, por naturaleza, tiene buena memoria, sin , embargo, con frecuencia nos damos cuenta de que los jóvenes son los que menos importancia dan a los consejos, , y enseguida los olvidan. La fortaleza y el vigor de esa hermosa etapa hacen que la mirada de la mayor parte de los más jóvenes se enfoque en las cosas de esta vida y en los placeres pasajeros. Con frecuencia los atractivos del mundo los deslumbran, por eso cuando se va la juventud y entramos en la edad adulta es cuando en realidad nos dedicamos a reflexionar.
Para muchas de nosotras los días de la juventud ya pasaron, pero eso no significa que no podamos hacer un alto para tomar conciencia de que Dios ha estado siempre con nosotras y recordar las bendiciones y la forma tan maravillosa en que nos ha guiado en el pasado, y nos sigue guiando a pesar de nuestra tozudez. Ese es uno de los secretos para disfrutar de un eterno espíritu juvenil. No importa la edad que tengas, recuerda que Dios es tu Creador, tu Sustentador, y pronto será tu Redentor para siempre, porque vendrá por ti y por mí para hacer realidad su promesa. ¡No olvidemos nunca esta verdad tan maravillosa!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer.
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Evelyn Herrera de Omaña

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