martes, 1 de enero de 2013

UN AÑO NUEVO POR ESTRENAR

No sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. Efesios5:17

Si hay algo que nos entusiasma a las mujeres es desechar cosas viejas y sustituirlas por otras nuevas. Sobre todo si lo que pensamos estrenar son enseres que le darán una nueva imagen al hogar. Cambiar el viejo refrigerador por uno nuevo, o tal vez los muebles de la sala, son proyectos que nos llenan de ilusión. ¡Y cómo disfrutamos cuando los podemos llevar a término!
Cuando un año se envuelve de vejez al comenzar diciembre, siempre esperamos al nuevo con grandes expectativas. Deseamos que nos traiga nuevas experiencias y oportunidades y, por supuesto, también nos hacemos nuevos propósitos, lo que nos lleva a acomodarnos la «mochila de la vida» y reiniciar el viaje con optimismo y energías renovadas. Sin embargo, las estadísticas demuestran que muchos de nuestros propósitos de año nuevo comienzan a perder fuerza al segundo mes, y se extinguen poco a poco hasta desaparecer alrededor del quinto mes.
Los propósitos de año nuevo más comunes tienen que ver con la salud, como proponerse hacer ejercicio o cambiar los hábitos de alimentación. También están aquellos que giran en torno a la familia, como dedicar más tiempo a los hijos y al cónyuge; y los que siguen en la lista son los relacionados con el desarrollo profesional y financiero. Es bueno proponerse nuevos desafíos y metas cada vez que un año inicia, y conveniente revisarlos periódicamente para darnos cuenta de cuántos de ellos siguen aún vigentes, y cuántos se han ido quedando rezagados en las redes del tiempo.
Si le pidieras a Dios que te diera algunas sugerencias de buenos propósitos de año nuevo, ¿qué crees que te sugeriría? Tal vez te diría que anhela vivir en compañerismo contigo, y te pediría que tu primer y mejor propósito cada mañana fuera dedicar más tiempo a la oración y a la devoción personal. Posiblemente, ya que conoce tu corazón, Dios te recomendaría que te deshicieras del peso de tus culpas y fracasos, para que puedas caminar los trescientos sesenta y cinco días de este año en libertad. También te recomendaría que te involucraras en alguna actividad de servicio, pues es el mejor método para alcanzar felicidad en esta vida y trascender a la venidera. Por último, te invitaría a contemplar a tu familia, y te pediría que fueras una buena influencia para tus hijos, tu cónyuge y tus seres queridos, que les dediques tiempo, les brindes protección y les infundas ánimo.
Un año tiene, al menos, trescientas sesenta y cinco oportunidades, ¡aprovéchalas!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

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