domingo, 10 de marzo de 2013

¿QUÉ ESTAMOS LEYENDO?



 Ocúpate en la lectura. 1 Timoteo 4:13.


El enemigo sabe que en gran medida la mente es afectada por aquello de lo cual se alimenta. Él está buscando conducir a los jóvenes y a los de edad madura a leer libros de cuentos, historias y otra literatura. Quienes ceden a esta tentación, pronto perderán su aprecio por la lectura sólida. No tienen interés en el estudio de la Biblia. Sus facultades morales se debilitan. El pecado parece cada vez menos repulsivo. Se manifiesta una infidelidad creciente, un desagrado en* aumento por los deberes prácticos de la vida. Según la mente se va pervirtiendo, se dispone a aprovechar cualquier lectura de carácter estimulante...
Otras obras, que no son tan engañosas o corruptoras, deben de todos modos evitarse si engendran desagrado por el estudio de la Biblia. La Palabra de Dios es el verdadero maná. No nos es posible trabajar en la obra de Dios con una percepción clara de nuestros deberes, mientras nuestra mente esté ocupada por esta clase de lecturas...
Analice su propia experiencia respecto de la influencia de la lectura liviana. ¿Puede usted abrir la Biblia y leer con interés las palabras de vida después de dedicar tiempo a tal lectura? ¿Acaso no encuentra el libro de Dios aburrido?...
Para tener salud mental y principios religiosos sanos, debemos vivir en comunión con Dios por medio de su Palabra. Al señalar el camino de la salvación, la Biblia es nuestra guía a una vida superior y mejor. Contiene las historias y biografías más interesantes e instructivas que se hayan escrito. Aquellos cuya imaginación no ha sido pervertida por la lectura de ficción, encontrarán que la Biblia es el libro más interesante de todos.
Descarte resueltamente toda lectura sin valor. Tal lectura no fortalecerá su espiritualidad, más bien introducirá en la mente sentimientos que pervertirán la imaginación, haciéndole pensar menos en Jesús, y dedicar menos tiempo a sus lecciones preciosas...
La Biblia es el Libro de los libros. Si usted ama la Palabra y la escudriña según tiene oportunidad, para llegar a poseer los ricos tesoros que contiene y quedar totalmente equipado para toda buena obra, puede estar seguro de que Jesús lo está atrayendo hacia sí.— Signs of the Times, 13 de junio de 1906.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

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