miércoles, 15 de mayo de 2013

CULTIVO DE UVAS

Lugar: Portugal 
Palabra de Dios: Juan 15:5,6

Los dos hombres miraron a su alrededor. Todo lo que los rodeaba, hasta donde podían ver a la distancia, era hilera tras hilera de vides. Estaban viajando por el valle de Douro, en el norte de Portugal, y las vides se extendían, literalmente, por kilómetros y kilómetros, creciendo en terrazas.
De acuerdo con los registros del gobierno, el valle de Douro tiene más de 83.000 diferentes viñedos. Durante los meses de agosto y septiembre, las vides están cubiertas de uvas. Imagínalo: kilómetros y kilómetros de uvas. Piensa ahora en lo que dijo Jesús. Él usó esa imagen de la viña a fin de ilustrar la relación que desea tener con nosotros.
Él dijo: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden. Ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman".
En otras palabras, Jesús quiere que estemos conectados con él. No quiere que nos alejemos y hagamos lo que nos parece, sino que sigamos su dirección. Solo entonces seremos capaces de llevar fruto.
Imagínate lo que ocurriría si alguien pasara por el valle de Douro y cortara todas las hojas y las ramas, y las dejara sobre el suelo. Ninguna cantidad de sol, de fertilizante o de agua podría hacer que esas hojas y ramas cortadas produjeran uvas. Sin estar conectados con la vid, ya no pueden llevar fruto. No sirven para nada.
¿Por qué alguien querría sacar todas las hojas y las ramas? Esa es exactamente la cuestión. ¿Por qué alguien querría alejarse de Jesús? Permanece conectado con él. Lee su Palabra. Habla con él. Sigue su dirección. Entonces llevarás mucho fruto.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

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