sábado, 28 de mayo de 2016

AYUDANDO A LOS SOLDADOS

Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!” (Isaías 58:9, NVI)

Los hermanos Robbie y Brittany tenían solo trece y doce años cuando escucharon sobre un soldado estadounidense en Irak que había recibido una factura telefónica de 7.600 dólares por llamadas a su casa. La historia inspiró a Brittany y a Robbie para iniciar una organización sin ñnes de lucro, llamada “Celulares para los soldados”.
Sumando los ahorros de ambos, Brittany y Robbie llegaban a una suma de 21 dólares… los cuales no eran suficientes para muchas llamadas telefónicas desde Irak. Pero una vez que otras personas se enteraron de su plan, las donaciones empezaron a llegar. La gente no solamente donaba dinero; también donaban tarjetas telefónicas prepagas y teléfonos celulares usados. Los teléfonos celulares se reciclaban para recaudar dinero.
Dos años más tarde, al momento en que Brittany y Robbie recibían el Premio Nacional de Cuidados, ya llevaban recaudados más de 1 millón de dólares y habían enviado 80 mil tarjetas telefónicas a las tropas estadounidenses en Medio Oriente. Una gran cantidad de soldados pudieron hablar con sus padres en sus hogares; todo porque dos adolescentes entendieron la importancia de mantenerse en contacto.
Hablar con la gente que amamos significa mucho. Cuando estamos confundidos o en problemas, es de mucha ayuda el poder hablar de esas cosas con un padre, pariente o amigo de confianza. Para un soldado que está a miles de kilómetros de su casa, enfrentado con la posibilidad de ser herido o de morir, una tarjeta para llamar a casa es un regalo precioso.
Estamos viviendo en un planeta lejano de nuestro hogar celestial, pero nuestro Padre tiene una línea directa llamada ORACIÓN, que siempre está abierta para nuestro uso. ¿Mantienes abierta tu línea de oración?

¿Y AHORA?
¿En quién confías para hablar cuando necesitas de alguien que te escuche? ¿Está Dios en tu lista de oyentes? ¿Cómo puedes profundizar tu reía dónde oración?

SPLASH:
El primer teléfono celular pesaba 900 gramos, y cada vez que se cargaba su batería duraba media hora de conversación. Se vendió por 3.995 dólares.

Tomado de Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler
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