domingo, 1 de mayo de 2016

EL UNDÉCIMO MANDAMIENTO

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros’’. Juan 13:34, 35

Me encontraba encajonado en la última fila de nuestro vuelo de escala entre South Bend, Indiana, y Chicago. A mi lado iba un asesor de gestión empresarial para empresas integradas en la lista Fortune 500. No tardamos en entablar conversación, sacando el mayor provecho de nuestro breve vuelo sobre el lago Michigan. Él iba camino de otra empresa, y yo a predicar en otra parte del país. Él era judío; yo, cristiano.
-¿Y de qué va a hablar usted? -preguntó él.
-Del undécimo mandamiento -respondí.
-¿El undécimo mandamiento? -inquirió incrédulo-. ¡Ya lo hemos pasado bastante mal con los diez! ¡Qué íbamos a hacer con uno más…
Perspicaz pregunta la suscitada por el caballero judío. Me pregunto: ¿Qué haremos con el undécimo?
Otro judío, y, verdaderamente, otro caballero (aunque este es mucho más joven), está a punto de hablar. Estará muerto en menos de veinticuatro horas, y él lo sabe. Y cuando un hombre sabe que está a punto de morir, puedes estar seguro de que sus últimas palabras estarán llenas de aquello que más le afecte. Cuando estás en una cuenta regresiva, cada palabra cuenta.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:34, 35). En caso de que te sientas tentado a concluir que este mandato de amarse es simplemente un aparte, un pensamiento aislado de pasada pronunciado por el Maestro, debes saber que aquí, entre esas cuatro paredes del aposento alto, Jesús declarará estas palabras cinco veces: Ámense mutuamente, ámense mutuamente, ámense mutuamente, ámense mutuamente, ámense mutuamente. Y cuando lees el contexto de su llamamiento en vísperas de la crucifixión, no puedes evitar observar que la palabra “amar” o una de sus derivadas aparece 31 veces en los labios de un Jesús que está en el corredor de la muerte, 33 veces en total aquí en Juan 13 a 17. El amor está de manera inequívoca, en el pensamiento del Maestro.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros”. Un undécimo mandamiento para los elegidos; porque, sin duda, lo que estaba en su pensamiento debe estar en nuestro corazón: el amor mutuo.

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson

#ElSueñoDeDiosParaTi #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian # ElAmordeloselegidos

No hay comentarios:

Publicar un comentario