martes, 10 de marzo de 2020

DIENTE ROTO Y PIE DESCOYUNTADO

"Como diente roto y pie descoyuntado es confiar en un prevaricador en momentos de angustia" (Proverbios 25:19).

“Estar loco o trastornado” es la primera definición del diccionario para la palabra prevaricador. La segunda es “faltar un empleado público a la justicia en las resoluciones propias de su cargo”. El texto es muy ilustrativo: no debemos depositar nuestra confianza en un loco ni en un corrupto, especialmente en tiempos de angustia. Las consecuencias son también gráficas: confiar en ese tipo de persona es como tener un diente roto o un pie descoyuntado.
¿Qué supone tener un diente roto (o careado, como indican algunas versiones)? El síntoma inmediato es el dolor. Puede también causar abscesos, enfermedad de las encías, problemas de masticación y de digestión y pérdida de la pieza dentaria. Es además sabido que, si hay absceso y no se aplica tratamiento, la infección puede extenderse a otras partes del cuerpo y hasta poner en peligro la vida del afectado.
¿Y qué diremos de tener un pie descoyuntado o una luxación? También produce un dolor intenso, de naturaleza punzante que se hace insoportable cuando uno trata de hacer uso normal del pie afectado. El problema también puede provocar hinchazón, magulladuras, dificultad para caminar o llevar peso e impedimento para usar calzado.
Ambas metáforas nos ofrecen una idea clara de lo malo que es confiar en un prevaricador. Su naturaleza egoísta lo inhabilita para el apoyo y el consuelo que necesitamos en tiempo de angustia.
El texto de hoy nos advierte de las consecuencias de asociarnos con un mal amigo. Cuando quieras verificar si tienes un buen amigo, observa si está dispuesto a escucharte, si te dedica tiempo, si te ofrece ayuda, si te da consejos y sus consejos funcionan. Pero si tu amigo es claramente egoísta, te utiliza para beneficiarse a sí mismo, o si anda siempre con chismes y rumores, es lo más probable que tal amistad no te convenga. La Biblia marca pautas específicas a este respecto: el buen amigo es persona justa y te sirve de guía (Prov. 12:16); ama en todo tiempo, no solo cuando todo va bien (Prov. 17:17); no es violento ni iracundo (Prov. 22:24); te trata de la misma forma en que a él (o ella) le gustaría ser tratado (Luc. 6:31); no miente ni usa palabras desagradables (Efe. 4:25, 29); es compasivo y sabe perdonar (Efe. 4:32); posee bondad, humildad, gentileza y paciencia y es comprensivo con las faltas de los demás (Col. 3:12,13).
Pide hoy a Dios sabiduría para escoger a personas que te ofrezcan amistad verdadera.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020.
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020.

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