domingo, 27 de enero de 2013

¡PREPARADOS, APUNTEN, FUEGO!

Lugar: Grecia
Palabra de Dios: Hebreos 12:2.

Era la final de la competencia de hombres, en la categoría rifles de tres posiciones, en las Olimpiadas de verano de 2004. Habían disparado ronda tras ronda y, luego de nueve tiros, Matt Emmons, de los Estados Unidos, iba primero. Faltando solo un disparo, parecía seguro que ganaría su segunda medalla de oro. Había ganado la primera, en la competencia de rifle tendido, dos días antes.
Todos los espectadores observaban mientras Matt levantaba su rifle y apuntaba con cuidado. Pero, algo salió terriblemente mal. En lugar de lograr una marca perfecta o casi perfecta, no apareció ningún valor en el cartel de puntajes. Matt se dio vuelta para mirar a los jueces, con una expresión de perplejidad en el rostro.
Los jueces se reunieron, para discutir lo que acababa de suceder, y luego hicieron el anuncio. Matt Emmons había disparado cruzado, lo que quería decir que había disparado al blanco equivocado: en lugar de apuntar al blanco del carril dos, había disparado al del carril tres. El puntaje de Matt para esa ronda fue cero. Quedó, entonces, en octavo lugar, y su increíble error le costó el oro.
Es importante mantenernos concentrados en el blanco correcto. Apuntar a otro es garantía segura de que terminarás en el lugar equivocado. No importa cuán buena sea tu puntería, si estás apuntando a algo incorrecto.
Eso también es cierto en cuanto a nuestra vida espiritual. La mejor manera de vivir es mantenernos centrados en Jesús. Cuando lo hacemos, avanzamos en la dirección correcta. Así que, "fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

¡LEVÁNTATE Y RESPLANDECE!

¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Isaías 60:1

Tenía alrededor de dieciséis años cuando, en un terreno abandonado junto a su escuela, fue violada. Era una muchacha que amaba a Dios, una estudiante brillante y destacada con un futuro muy prometedor. La apreciaban sus compañeros, amigos y maestros, ¡y le sucedía eso!
Alguien la refirió conmigo y cada quince días temamos sesiones de terapia, con la intención de que pudiera sobrellevar ese episodio tan amargo y eliminar poco a poco las secuelas traumáticas que quedan cuando una mujer vive una experiencia tan aterradora. Aunque han pasado algunos años, puedo recordar con bastante nitidez los rasgos del rostro de la muchacha, la forma en que colocaba sus manos sobre su regazo, y la expresión de sus ojos cuando me miraba para escuchar lo que yo le decía. Toda ella irradiaba paz. Pero lo que realmente nunca olvidaré es el ejemplo de entereza, confianza en Dios y fortaleza de aquella mujer, casi una niña, que se veía frágil física y emocionalmente.
La fuerza que emanaba de su interior me hizo reconocer que espiritualmente era una «guerrera». Durante los meses que duró la terapia, aprendí grandes lecciones; creo que ella fue un instrumento de Dios para cambiarme a mí. Su fe en Dios permanecía intacta. El odio natural que debería haber sentido hacia su agresor fue sustituido por compasión y perdón, y estaba segura de que su pureza se mantenía intacta, porque Dios lo había hecho posible en la cruz.
Años después supe que estudiaba una carrera universitaria con mucho éxito, e imagino que ahora debe de ser una profesional realizada. Nunca odió a los hombres, por lo que creo que a lo mejor tiene un matrimonio feliz. ¡Fue capaz de levantarse y resplandecer!
Cuando estamos en el suelo, con nuestro mundo hecho añicos a nuestros pies, dobladas de dolor, enceguecidas por la desesperación, muchas veces no logramos ver la mano de Dios que se extiende solícita y dispuesta a sostenernos y levantarnos. La resurrección del Salvador del mundo debe hacernos recordar que para él no hay imposibles, y que podemos levantarnos de nuestra postración física, emocional o espiritual, si lo miramos y confiamos en su poder restaurador. Si ahora lloras debido a una pérdida, escucha la voz de Dios que te dice: «¡Levántate y resplandece! Es posible si confías en mi».

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

EL DESCUBRIMIENTO MÁS VALIOSO

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero (1 Timoteo 1:15).

En el año 1847, el doctor James Simpson, de Escocia, descubrió que el cloroformo podía utilizarse como anestésico, permitiendo que los pacientes soportaran las operaciones quirúrgicas sin dolor. Muchos médicos reconocieron que aquel era un avance muy importante en la medicina de su tiempo.
Años más tarde, Simpson daba una conferencia en la Universidad de Edimburgo. Un estudiante le preguntó cuál creía que era el descubrimiento más valioso de su carrera. Por supuesto, todos los presentes esperaban que mencionara el cloroformo.  Sin embargo, el médico respondió: «Mi descubrimiento más valioso fue saber que yo era pecador y que Jesucristo era mi Salvador».
Una actitud de humildad como esa fomenta el crecimiento cristiano; mientras que el orgullo, lo opuesto a la humildad, detiene definitivamente el desarrollo espiritual e, incluso, lo destruye. La parábola del fariseo y el publicano nos enseña esto. Respecto al primero, el Comentario bíblico adventista, en su referencia a Lucas 18:8, dice: «El concepto farisaico, legalista, de la justicia, se basaba en la suposición de que la salvación debía ganarse observando ciertas reglas de conducta, y casi no prestaba atención a la necesaria consagración del corazón a Dios y a la transformación de los motivos y de los propósitos en la vida. El concepto de que la conformidad externa a los requerimientos divinos era todo lo que Dios pedía, sin considerar el motivo que impulsaba a cumplirlos, daba forma a su manera de pensar y de vivir».
¡Cuán orgulloso estaba el fariseo de sus realizaciones en nombre de la piedad! El viento helado del orgullo lo envolvía mientras se encontraba allá, solo, en el monte de la justicia propia. Solo, porque el orgulloso cree que no necesita a Dios. En eso consiste el pecado del orgullo. Nos separa de la única fuente de justicia y misericordia, haciendo imposible que seamos misericordiosos con los demás. A diferencia del doctor Simpson, el fariseo no había hecho todavía el descubrimiento más importante y valioso de la vida: que era pecador y que Jesucristo es el único Salvador. El Comentario bíblico añade: «Está agradecido de que mediante su esfuerzo diligente se ha mantenido estrictamente dentro de la letra de la ley, pero parece desconocer totalmente el espíritu que debe acompañar a la verdadera obediencia para que sea aceptable a Dios»; es decir, la humildad y el amor.
¿Ya aceptaste tu condición pecaminosa? Por extraño que parezca, muchos no han hecho todavía el descubrimiento más valioso de la vida. ¿Tú sí?

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LO QUE ES LA PALABRA PARA NOSOTROS

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.  2 Timoteo 2:15.

La Biblia contiene un sistema simple y completo de teología y filosofía. Es el libro que nos hace sabios para salvación. Nos dice cómo alcanzar la morada de eterna felicidad. Nos cuenta del amor de Dios según fue mostrado en el plan de redención, e imparte el conocimiento esencial para todos: el conocimiento de Cristo.  Él es el Enviado de Dios; él es el Autor de nuestra salvación. Pero aparte de la palabra de Dios, no podríamos tener conocimiento de que tal persona como el Señor Jesucristo visitara alguna vez nuestro mundo, ni conocimiento de su divinidad, como lo indicó su existencia previa con el Padre.
La Biblia no fue escrita para el erudito solamente; al contrario, fue diseñada para la gente común. Las grandes verdades necesarias para nuestra salvación son hechas tan claras como el mediodía, y nadie errará ni perderá su camino excepto aquellos que siguen su propio criterio en lugar de la voluntad de Dios claramente revelada.
La Palabra de Dios golpea cada rasgo equivocado de carácter, y moldea a la persona total, interna y externamente, abatiendo el orgullo y la exaltación propia, llevando a tal persona a traer el espíritu de Cristo a los deberes pequeños tanto como a los grandes deberes de la vida. Nos enseña a todos a ser invariables en nuestra lealtad a la justicia y la pureza, y a la misma vez a ser siempre corteses y compasivos.
La apreciación de la Biblia aumenta con su estudio. Sea cual fuere la dirección que tome el estudiante, la infinita sabiduría y amor de Dios son desplegados. A todos los que son genuinamente convertidos, la Palabra de Dios es el gozo y la consolación de la vida. El Espíritu de Dios les habla, y su corazón se transforma en un jardín regado...
Ningún conocimiento es tan firme, tan consistente, tan abarcante como el que se obtiene del estudio de la Palabra de Dios. Si no hubiera ningún otro libro en todo el mundo, la Palabra de Dios, vivida mediante la gracia de Cristo, haría al hombre perfecto en este mundo, con un carácter apto para la vida futura, inmortal. Los que estudian la Palabra, recibiéndola por fe como la verdad, y recibiéndola en el carácter, serán completos en Aquel que es todo en todos. Gracias a Dios por las posibilidades que ofrece a la humanidad.— Review and Herald, 11 de junio de 1908; parcialmente en En lugares celestiales, p. 135.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

sábado, 26 de enero de 2013

SIGUE BRILLANDO

Lugar: California, EE UU
Palabra de Dios: Mateo 5:14

En 1971, dos bomberos estaban jugando a la pelota, tirándosela uno al otro, en Livermore, California, cuando accidentalmente le pegaron a una bombilla de luz que colgaba del cielorraso. Esperaban que rompiera en mil pedazos, pero la bombilla siguió dando una tenue luz amarillenta, que siguió brillando durante años y años.
¿Cuántos años llevaba allí esa bombilla? Un periodista del diario local se enteró del hecho y decidió investigar. Descubrió que la compañía Livermore Power and Light había regalado la bombilla al departamento de Bomberos Voluntarios en 1901.
La bombilla, de cuatro vatios, había estado iluminando continuamente, como luz de noche, sobre los camiones de bomberos. Y aunque la vida útil promedio de una bombilla de luz es de entre 750 y 1.000 horas (30 a 40 días, si está encendida todo el tiempo), esa bombilla ha estado encendida desde 1901 excepto por breves cortes de luz.
Cuando el Departamento de Bomberos se mudó a un edificio nuevo en 1976, transportó cuidadosamente la bombilla a la nueva estación, del otro lado del pueblo. A los pocos minutos la encendieron, y una vez más la bombilla Livermore brilló. Lo último que escuché es que todavía funcionaba en el año 2001, cumpliendo 100 años: la bombilla que funcionaba más antigua del mundo.
La bombilla Livermore es un gran ejemplo de una luz que se mantiene brillando y brillando. Y eso es lo que Jesús quiere que hagamos: que sigamos brillando para él. Desea que ayudemos a comunicar el amor de Dios, por medio de nuestras palabras y acciones.
En el Sermón del Monte, Jesús dijo: "Ustedes son la luz del mundo". Y, con su ayuda, podemos ser como la bombilla Livermore y brillar continua y consecuentemente, para él.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

QUE EL SEÑOR HAGA DE TI UN INSTRUMENTO DE PAZ

La mujer pendenciera es gotera constante. Proverbios 19:13

Hay una declaración de la Palabra de Dios que pone a temblar mi corazón: «La mujer necia es escandalosa, frívola y desvergonzada» (Prov. 9:13). Me aterra la sola idea de caer en este grupo. A pesar de ello, me asusta aún más darme cuenta de que en ocasiones he actuado con necedad.
Las mujeres que alborotan, escandalosas y pleitistas, y lo peor de todo, ufanas de su mala conducta, son una abominación para Dios, molestas para quienes las observan, y un lastre pesado de sobrellevar para los que tienen que convivir con ellas. Más aún, no sienten vergüenza de ellas mismas, ni tampoco del dolor que causan a su familia. He visto a esposos abochornados por el proceder público de sus esposas, e imposibilitados para darles un consejo, porque ellas no lo permiten. Los hijos de estas mujeres evitan su compañía porque, como volcanes en erupción, explotan ante la más mínima provocación, dejándolos en ridículo dondequiera que sea y frente a cualquiera.
En contraste, la Palabra de Dios alaba a la mujer prudente. Así dice: «La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor» (Prov. 19:14). Las mujeres de Dios son una bendición y un don suyo para todo aquel que se topa con ellas. Quiera el Señor que cada una de nosotras podamos estar en este grupo especial de mujeres que son instrumentos de paz.
Las mujeres pacificadoras proyectan paz y armonía en todos los que las observan. Poseen un porte santo que las identifica como hijas de Dios, aunque no lo digan. Defienden sus principios con dignidad y elegancia. Cuando se irritan por alguna injusticia, son capaces de sujetarse al Espíritu Santo y mantenerse serenas y ecuánimes, pues tienen la convicción de que Dios peleará por ellas. Sus palabras muestran la paz de sus corazones cuando dicen: «Sé tú mi defensor, pues tus ojos ven lo que es justo» (Sal. 17:2).
Hagamos en este día una revisión sincera de nuestras actitudes, lo que implica reconocimiento y rectificación. Si reconoces que con mucha frecuencia tu ánimo exaltado te lleva a tener problemas con los demás, entonces has dado el primer paso; el segundo consiste en pedir a Dios con humildad ayuda para que puedas rectificar tu conducta, y llegar a ser lo que Dios anhela que seas, un instrumento de paz.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

«¿QUIERES TOMAR ALGO CONMIGO?»

El justo atiende a las necesidades de su bestia, pero el malvado es de mala entraña (Proverbios 12:10).

Poco antes de publicar su artículo «Inside the Minds of Animáis» [En la mente de los animales], en la revista Time de agosto de 2010, Jeffrey Kluger recibió de Kanzi, un bonobo de veintinueve años, una invitación para tomar café. Los bonobos son primates, primos cercanos del chimpancé, que viven al sur del río Congo, en África. Kanzi, sin embargo, vive en un centro de investigaciones de lowa, Estados Unidos, donde se le ha enseñado a comunicarse mediante un lenguaje desde que nació.
Kanzi conoce formalmente 384 palabras, aunque ha creado probablemente algunas docenas más por sí mismo. Durante la mayor parte del día, Kanzi mantiene cerca de sí tres hojas ilustradas con cientos de símbolos llenos de color que representan las palabras que los investigadores le han enseñado, o que él ha creado. Su vocabulario incluye palabras como «pelota», «gelatina», «cosquillas» y «correr». Cuando desea comunicarse, señala esos símbolos con el dedo para expresar lo que quiere decir.
Así, la mañana en que Jeffrey y Kanzi se conocieron, el mono señaló con el dedo al símbolo para café y luego a Jeffrey, para invitarlo a compartir. Cuando Jeffrey se recuperó de la sorpresa, se fue a buscar dos tazas de café caliente. Cuando hubieron tomado el café, Kanzi apuntó el símbolo «pelota». Era tiempo de ir a jugar.
Los científicos comprenden cada día más que la inteligencia de los animales es mayor de lo que antes pensábamos. Por ejemplo, los cuervos han mostrado habilidad para doblar alambre y crear un gancho para sacar comida que se encuentra en el fondo de un tubo de plástico. Se sabe que las nutrias abren los moluscos quebrándolos con rocas y que las hienas deciden de antemano qué cazarán y cuántos miembros de la manada son necesarios para lograrlo. El conocimiento de la inteligencia animal ha llevado a algunos científicos a preguntarse cuánto sufren los animales, porque entienden que una mayor capacidad intelectual y de autoconciencia aumenta, sin duda, la capacidad para sufrir o para ser feliz.
La Biblia dice que «toda la creación todavía gime a una» por causa del sufrimiento que trajo la humanidad (Rom. 8:20-22). Lamentablemente, muchos impíos infligen sufrimiento intencionado a los pobres animales. Es importante, entonces, que te preguntes hoy cuan felices son tus mascotas. Cuida y protege a los animales, también son criaturas de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA PALABRA EN FORMA HUMANA

Porque les enseriaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Mateo 7:29.

Revestido del manto de la humanidad, el Hijo de Dios descendió al nivel de los que deseaba salvar. En él no había ni engaño ni pecado; siempre fue puro e incontaminado; y sin embargo tomó sobre sí nuestra naturaleza pecaminosa. Al revestir su divinidad de humanidad, para poder relacionarse con la humanidad caída, trató de recuperar para el hombre lo que Adán había perdido como consecuencia de la desobediencia tanto para sí mismo como para el mundo. En su propio carácter exhibió ante el mundo el carácter de Dios; no se satisfizo a sí mismo, sino que fue por ahí haciendo el bien. Toda su historia durante más de treinta años fue de una benevolencia pura y desinteresada.
¿Nos asombra que quienes lo escucharon quedaran maravillados por sus enseñanzas? "Enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como los escribas". Las enseñanzas de los escribas y fariseos eran una repetición continua de fábulas y tradiciones infantiles. Sus opiniones y ceremonias se basaban en la autoridad de máximas antiguas y dichos de los rabinos que eran frívolos e inútiles. Cristo no abundaba en refranes débiles e insípidos y teorías humanas. Se dirigía a sus oyentes como uno que poseía una autoridad superior; les presentaba temas pertinentes, y sus apelaciones llevaban convicción a sus corazones. La opinión de todos, expresada por muchos que no pudieron guardar silencio fue: "Ningún hombre ha hablado como este".
La Biblia enseña la voluntad total de Dios concerniente a nosotros... La enseñanza de esta Palabra es precisamente lo que necesitamos en toda circunstancia en que podamos ser colocados. Es una regla suficiente de fe y práctica, porque es la voz de Dios que habla al alma, dándoles a los miembros de su familia indicaciones sobre cómo guardar el corazón diligentemente. Si se estudia esta Palabra; no leyéndola meramente, sino estudiándola, nos brinda una abundancia de conocimiento que nos permite mejorar toda dotación de parte de Dios...
Todos los que vienen a la Palabra de Dios en busca de conducción, con mentes humildes e inquisitivas, determinados a conocer los términos de la salvación, entenderán lo que dice la Escritura...
Necesitamos humillar el corazón, y con sinceridad y reverencia escudriñar la Palabra de vida porque solo los que tienen una mente humilde y contrita podrán ver la luz... El Señor habla al corazón que se humilla a sí mismo ante él.— Review and Herald, 22 de agosto de 1907; parcialmente en Comentario bíblico adventista, tomo 7A, p. 450.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White