viernes, 20 de enero de 2017

MIRAR HACIA ARRIBA

“Como a Moisés se le cansaban los brazos, […] Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno de un lado y el otro del otro. De esta manera los brazos de Moisés se mantuvieron firmes hasta que el sol se puso” (Éxodo 17:12).

Nuestro polvoriento jeep se sacudía a través del desierto mientras nos dirigíamos a la región montañosa del Sinaí, en Egipto. De repente, nos detuvimos. Estábamos en un estrecho valle con muros de roca de no más de 150 metros de separación a nuestro alrededor. Randall Younker, nuestro arqueólogo guía, hizo una señal para que nos bajáramos y nos uniéramos a él. “Este es el valle de la antigua región de Refidim”, dijo. Por nuestras perplejas expresiones, parecía que nos estuviera hablando en árabe. “Como ustedes saben, ese fue el lugar donde los israelitas pelearon contra los amalecitas mientras Moisés sostenía sus brazos en alto para ayudarles a ganar”. Repentinamente, toda aquella historia vino a nuestras mentes.
El libro de Éxodo registra que los israelitas fueron atacados por los amalecitas y combatieron durante todo un día. Entonces, Moisés subió a una colina y mantuvo los brazos extendidos con su vara en la mano. Mientras él tenía sus brazos levantados, los israelitas ganaban; cuando él se cansaba y bajaba los brazos, perdían. Sin embargo, el valle no encajaba con todas las imágenes que yo había visto en las clases de Escuela Sabática, que mostraban una gran llanura, con una pequeña colina y un minúsculo individuo arriba. Se lo dije al guía, que sonrió y comentó: “No era una llanura y no había colina tampoco. Fue justo aquí, en este valle, y Moisés debió de estar de pie en la parte superior, mirando desde la cima a su ejército”. Toda la historia cobró una nueva luz para mí. En lugar de estar distante, Moisés estuvo a menos de treinta metros por encima de sus hombres, de tal manera que, cuando ellos levantaban la vista, lo veían apoyándolos desde la cima. Y podían ver su agotamiento, tal como él podía ver la lucha.
Esa es la misma forma en la que Dios está con nosotros. No nos mira desde lejos sino desde cerca, ofreciéndonos su ayuda cuando levantamos la vista hacia él. ¿Estás mirándolo a él en estos días o centras tu atención en tus miedos y preocupaciones? Levanta la mirada hacia el que siempre está dispuesto a ayudarnos.

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL MIRLO ACUÁTICO

“Porque Jehová, el Señor, me ayuda, no me avergoncé; por eso he puesto mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado” (Isa. 50:7).

El verano estaba terminando. Los robles dejaban caer sus hojas marrones bajo las ramas de los imponentes árboles de hoja perenne. Nuestro vehículo estaba estacionado en un rincón tranquilo del campamento. Con el olor a naturaleza y el relajante murmullo del río, mi esposo y yo sentimos la paz de Dios. También nos rodeaban las montañas de residuos que dejó la fiebre del oro de 1849 en California. El río había dado vastas cantidades de oro a los mineros mucho tiempo atrás, pero el oro que yo me llevaba a casa no se compraba con dinero: era la preciada paz interior que me había provisto la determinación de un pequeño pájaro.
Una mañana, durante mi caminata río arriba, me había aventurado hacia una plataforma con vistas al río. Un pajarillo de color gris había llamado mi atención. Era un mirlo acuático. Fascinada, lo observé. Las flexiones constantes y profundas de sus rodillas mantenían su cuerpo en continuo movimiento, aun cuando las olas a las que se enfrentaba amenazaban con derribarlo. A pesar de la espuma que lo salpicaba y le pasaba por encima, el pequeño mirlo se mantuvo con tenacidad sobre la roca resbaladiza; de hecho, parecía disfrutar de los continuos torrentes de agua. Lo vi sumergirse en el frío río, en busca de larvas enterradas. A pesar de sus repetidos Intentos, solo una vez lo vi salir con un gusano en el pico. Sin embargo, aquel mirlo no se desalentó; continuó su búsqueda constante de alimento.
Descubrí que Dios había proporcionado una serie increíble de ayudas a esa criatura única: tapones en la nariz, fuertes garras, denso plumaje, párpados especiales para protegerse del agua, y una glándula sebácea para impermeabilizar sus plumas. ¡Cómo no alabar a Dios, por haberme dado a mí también todo lo que necesito!
Como bisabuela de cuatro criaturas, me doy cuenta de que la fuerza de mi juventud está disminuyendo. Pero la determinación inquebrantable de ese pequeño mirlo ha sido toda una inspiración para mí. Con la ayuda de Dios, yo también estoy dispuesta a aprovechar todos los talentos que me ha dado para atraer a otros hacia él. Y los años que me quedan haré su voluntad con todas mis fuerzas, y ayudaré a acelerar el regreso de mi Señor. ¿Harás tú lo mismo?  Donna Lee Sharp

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL DÍA DE LOS PRESIDENTES

“Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor” (Ezequiel 28:17).

El 20 de enero bien podría denominarse el “Día de los Presidentes” de Estados Unidos. Un día como hoy juraban en su cargo presidentes como Dwight D. Einsenhower, John F. Kennedy, Richard Nixon, Ronald Reagan, George Herbert Walker Bush, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama. Sí, todos ellos tomaron posesión de su cargo un 20 de enero.
¿Te has preguntado alguna vez qué se siente estar al frente de la nación más poderosa de la Tierra? ¿Cómo se sentiría ser el Comandante en Jefe del ejército no solo más poderoso, sino también con mayor capacidad destructiva? Alguien ha dicho, con justicia, que se conoce verdaderamente el carácter de una persona cuando tiene poder. Muchos venden su alma por un poco de poder. Hay otros que llegan al poder sin transgredir sus principios, pero que terminan corrompidos por el magnetismo que ejerce. Después de todo, no es fácil mantenerse en el poder. En todos los casos, el poder termina transformándose en un fin en sí mismo.
La Biblia presenta el caso de alguien que, si bien tenía una posición de privilegio, aspiró al poder absoluto. Porque esa fue la intención de Lucifer, el primero entre los ángeles, que no se contentó con ser primero entre las criaturas: “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. […] Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor” (Eze. 28:13,17). Eso lo llevó a desear ocupar el Trono del universo: “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono […] sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isa. 14:13). Sí, fue su delirio de poder lo que lo llevó a pecar: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” (28:15).
A los jóvenes se nos pide que soñemos en grande; que tengamos aspiraciones elevadas; que seamos cabeza de león, y no cola de ratón. No está mal; pero solo si consideramos esas metáforas como oportunidades de servicio, y no como medios para alcanzar poder y reconocimiento. De acuerdo con Jesús, la grandeza está en el servicio, y no en el poder y el liderazgo en sí mismos. Hoy, pidamos que Dios acomode nuestros planes y proyectos a su ideal de servicio. MB

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
#UnDíaHistórico #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

¿POR QUÉ DUDAR?

«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?». Mateo 14: 31

La palabra de dios, como el carácter de su divino autor, presenta misterios que nunca podrán ser plenamente comprendidos por seres finitos. La entrada del pecado en el mundo, la encarnación de Cristo, la regeneración, la resurrección, así como otros temas que se presentan en la Sagrada Escritura, son misterios demasiado profundos para que la mente humana los explique, o siquiera los entienda realmente. Pero el hecho de que no comprendamos todos los misterios divinos no justifica que dudemos de la Palabra de Dios. En el mundo natural estamos constantemente rodeados de misterios que escapan nuestra comprensión. Hasta las formas más humildes de vida presentan enigmas que los más sabios eruditos son incapaces de explicar. Por doquiera se ven maravillas que superan nuestro conocimiento. ¿Nos ha de sorprender, entonces, encontrar también en el mundo espiritual misterios que no podamos sondear? […] Los incrédulos han presentado las dificultades de las Sagradas Escrituras como argumento contra ellas; pero distan mucho de serlo, ya que constituyen en realidad una contundente evidencia de su inspiración divina. Si la Biblia solo contuviera acerca de Dios aquello que fácilmente pudiéramos comprender, si su grandeza y majestad pudieran ser abarcadas por inteligencias finitas, entonces la Biblia no llevaría las credenciales inequívocas de la autoridad divina. La misma grandeza y los mismos misterios de los temas presentados deben inspirar fe en ella como Palabra de Dios.
La Escritura presenta la verdad con tal sencillez y con una adaptación tan perfecta a las necesidades y los anhelos del corazón humano, que ha asombrado y cautivado a las mentes más cultas. Al mismo tiempo capacita al más humilde y sencillo para discernir el camino de la salvación. No obstante, estas verdades sencillamente declaradas tratan asuntos tan sublimes, de tanta trascendencia, tan infinitamente fuera del alcance de la comprensión humana, que solo podemos aceptarlas porque Dios las ha revelado.
Así queda el plan de la redención expuesto delante de nosotros, de modo que cualquiera pueda ver los pasos que es necesario dar para arrepentirse ante Dios y tener fe en nuestro Señor Jesucristo, para salvarse de la manera señalada por Dios. Sin embargo, bajo estas verdades tan comprensibles existen misterios que son el escondedero de la gloria del Señor, misterios que abruman la mente que los indaga, aunque inspiran fe y reverencia al sincero investigador de la verdad. Cuanto más escudriña este la Biblia, tanto más se arraiga su convicción de que es la Palabra del Dios vivo, y la razón humana se inclina ante la majestuosidad de la revelación divina.— El camino a Cristo, cap. 12, pp. 159-162.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
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jueves, 19 de enero de 2017

DIOS CREA LA LUZ

Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. 1 Juan 1:5

Necesitarás una lámpara de acampar.
En compañía de tus padres, apaga la luz o cierra tus ojos. Ahora contesta las siguientes preguntas:
✓  ¿Ves lo que hay frente a ti?✓ ¿Está oscuro?✓ ¿Qué color ves en la oscuridad?
Deja la luz apagada y usa una lámpara, para que a su luz, tus padres te cuenten la historia dé la luz:
Antes de que Dios hiciera el mundo, no había luz. ¡Nada, absolutamente nada de luz! Tampoco había personas, animales, plantas, ni sol o estrellas. ¡NADA! Aunque, ¿sabes algo? Antes de todas esas cosas, ya existía alguien. Era DIOS.
¿Qué te parece? El mundo ni siquiera existía, pero Dios ya existía. ¿Cómo te sientes al saber que Dios siempre estuvo presente? En algún momento de su existencia, Dios decidió crear nuestro hermoso planeta con todo lo que ahora tiene.
Lo primero que Dios creó fue la luz. Era necesaria, antes de crear el resto de los animales, las plantas y a los seres humanos, porque todos necesitamos luz para vivir. Demos gracias a Dios porque se preocupa por nosotros y nos dio la luz que nos alumbra, como esa lámpara que tienes en tu mano, y nos permite ver todo lo que nos rodea.

HABLA CON JESÚS
Jesús, muchas gracias por existir antes de la creación cuando no había absolutamente nada. Te doy gracias por la luz que me permite ver lo que me rodea.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

DE JESÚS TAMBIÉN HABLARON MAL

“Vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama” (Mat. 11:18,19).

¿Alguna vez han hablado mal de ti? El versículo de hoy nos dice que de Juan el Bautista y de Jesús también hablaron mal; decían que Juan tenía demonios y que Jesús era glotón, borracho, y amigo de ladrones. Está claro que nada de eso era verdad.
Cuando yo estudiaba en el colegio, había una rivalidad entre dos grupos de chicas del mismo curso. La líder de uno de los grupos, de nombre Ana, buscaba pleitos a la líder del otro grupo, que se llamaba Pilar. Un día, Ana, para hacer sentir mal a Pilar, se acercó a unas niñas y les dijo:
-Hola, chicas, ¿saben qué es de Pilar?
-Sí, mírala; está allí -le respondió inocentemente una de las muchachas, señalando el lugar donde estaba Pilar.
-Noooo; depilar es quitarse los pelos -decía luego Ana, riéndose a carcajadas.
Cuando Pilar se enteró de los chistes fáciles que estaban haciendo a costa de ella, se formó el pleito. Decidió inmediatamente buscar la manera de hacer sentir mal a Ana, para vengarse de ella. Así que, otro día, estando en el recreo, con voz muy fuerte Pilar llamaba:
-¡Ana! ¡Ana! ¡Ana! ¡Ana!
Cuando Ana escuchó su nombre, volteó la cabeza para ver quién la llamaba, y Pilar aprovechó para decirle:
-Ana, a na dar, bobita…
Acabaron a los golpes, y las dos fueron suspendidas del colegio por un tiempo.
En todos los lugares hay rivalidades, porque hay mucha envidia. De Jesús dijeron cosas malas porque le tenían envidia y orgullo; querían tener el poder que él tenía. Por eso, una gran enemiga nuestra es la envidia. No te dejes atrapar por ella. Recuerda que para Jesús tú vales lo mismo que el resto de la humanidad y, por tanto, no tienes nada que envidiarle a nadie. Tú haz tu vida. Si no envidias a nadie, no tendrás rivalidades y serás libre en Jesús. Si sientes envidia y tienes rivales, estás atrapado en un círculo muy difícil de romper. ¿Prefieres ser libre o vivir atrapado en una rivalidad inútil?

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro 
#Salta #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMenores #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

LUCHA O HUIDA

“No se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes” (Éxodo 14:14).

Mi primera pelea ocurrió cuando tenía doce años, y no fue con otra muchacha, sino con Jeremy. Él me estaba golpeando en la cabeza con un libro, así que yo lo abofeteé. Entonces, él me pegó una patada. Mis amigos me cuentan que yo grité con ira:” ¡¡Te odio!!” Le quité los lentes con la mano derecha y le di un puñetazo en el ojo con la mano izquierda. Tuvo el ojo morado el resto de la semana y recuerdo que, cada vez que lo miraba, me preguntaba: “¿Por qué hice eso?” No recuerdo haber tomado la decisión de golpearlo, solo recuerdo que reaccioné con ira. Cada célula de mi cuerpo decía: “Tienes que pelear”.
Todos los animales, incluyendo los humanos, tenemos un mecanismo de defensa que se resume en lucha o huida. Cuando nos sentimos amenazados, nuestra respuesta es una de esas dos: luchar o huir. ¿Y tú? ¿Luchas o prefieres huir de la escena? Tal vez recuerdes que, después de haber salido de Egipto, los israelitas quedaron atrapados entre el Mar Rojo y el ejército de faraón que avanzaba hacia ellos con carros de batalla, hombres de a caballo y una buena cantidad de tropas. Las probabilidades de escapar eran nulas y los israelitas estaban aterrorizados. “¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos morir en el desierto?”, le gritaron a Moisés. Tenían poca memoria. “Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: ‘Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!'” (Éxo. 14:11,12). Cabría esperar que Moisés les diera una de estas dos opciones: luchar o huir. Sin embargo, había una tercera opción sorprendente: “No se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes”. ¿No preocuparse? ¿En un momento como ese? Sí, parece descabellado, pero era exactamente lo que tenían que hacer para que el Señor obrara el milagro de abrir el Mar Rojo y salvarlos.
¿Estás atrapado en una situación en la que sientes que debes luchar o huir? No olvides que, cuando tienes problemas, hay una tercera opción: quedarte quieto y esperar que el Señor pelee por ti. Puede sonar absurdo, pero es exactamente lo que tenemos que hacer si queremos que Dios obre un milagro. Hoy, elije estar quieto y esperar el milagro que Dios quiere obrar para ti. MH

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

UN DÍA REGRESARE A MI HOGAR

“Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras” (Sal. 139:13,14).

Una vieja canción me daba vueltas en la cabeza. Era un tema de música góspel, esa que se originó durante los tiempos de la esclavitud en los Estados Unidos. La frase que más se repetía decía: “A veces me siento como un niño sin madre, muy lejos de mi hogar”. En realidad, era un lamento, pero me sonaba como un canto fúnebre. Sus tonos bajos y su letra solemne me transportaban a un lugar de tristeza, pérdida y desesperación. Creo que viajé interiormente a ese lugar llamado desesperación, en alas de ese canto.
Pero recientemente me he dado cuenta de que no era la canción la que me transportaba a ese lugar. De hecho, más bien, fue la canción la que me llevó a darme cuenta de que yo estaba a punto de hundirme en lo más hondo. La canción fue una advertencia para mí, que me sirvió de corrección. Me mostró que estaba a punto de permitir que la vida me aplastara y que olvidara a quién pertenezco. En realidad, esa canción fue el sermón que necesitaba en aquel momento.
La música góspel, lejos de hundir en la tristeza, tiene como objetivo infundir esperanza y aliento. Aunque tal vez no sea tan evidente en un primer instante, ese es, en realidad, el objetivo de la música góspel. Esas canciones son como “parábolas” musicales. Aunque, paradójicamente, parecen un canto de desesperación, en realidad esconden un mensaje de esperanza, fortaleza y fe en el Señor.
La frase “a veces me siento como un niño sin madre, muy lejos de mi hogar”, realmente me está diciendo: “Aunque parezca que no tengo hogar ni raíces, en realidad vengo de Dios, y tengo un hogar maravilloso lejos de aquí, lejos física y mentalmente, de este mundo de sufrimiento”.
La música góspel me dice que mi esperanza está en confiar en que algún día regresaré a mi Patria, el Hogar celestial.
Todas tenemos un hogar lejos de aquí; y la esperanza de cada hija de Dios es ir allá pronto. Si somos fieles, llegaremos algún día.  Ella Louise Smith Simmons

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
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