domingo, 5 de enero de 2020

«CUANDO EL MAR ESTÁ EN CALMA, TODO EL MUNDO PUEDE SER TIMONEL” PUBLILIO SIRO

Uno de mis amigos se especializa en mandar mensajes de texto intrigantes que me dejan en suspenso. Dejan entrever un gran drama personal, pero no dan detalles. He aquí algunos mensajes de los que me ha enviado:
«Esto es un horror».
«Evita la ciudad a toda costa hoy».
«Estoy en cuidado intensivo. Mi jefe me mandó».
«Recibí una actualización, y no es buena».
«Adivina qué».
«No estoy muy contento».
«Estoy en el consultorio médico. Esta vez sí que se me fue la mano».
Casi siempre le ruego que me dé más información. Y generalmente la respuesta es… bueno, decepcionante.
Por ejemplo, pregunté «¿Qué sucedió?» luego de leer su mensaje: »Esto es un horror»; y él explicó: «Me llamaron para trabajar en mi día libre»
Luego de su «Adivina qué» y mi «¿Qué?», él respondió: «Voy a cambiar mi número de teléfono, solo quería avisar».
«Vaya; qué exagerado es», he murmurado para mis adentros muchas veces. Incluso la consulta médica en urgencias terminó siendo por un corte en un dedo que ni siquiera requirió puntos.
Pero, en unas vacaciones recientes, todos en mi familia entramos en pánico por una serie de cuestiones menores que salieron mal: un avión retrasado, una sopa «vegetariana» que tenía pedazos de carne, falta de señal en los teléfonos… Una vez que nos dimos cuenta de que estábamos reaccionando exageradamente (igual que mi amigo el de los mensajes), comenzamos a bromear, diciendo: «¡Casi perdí la paciencia!».
Hablando de paciencia… Jesús tenía mucha. Incluso mientras colgaba de la cruz, perdonó a sus asesinos, hizo arreglos para el cuidado de su madre, le prometió vida eterna a un pecador arrepentido y entregó su propia vida a Dios. Jesús solo pronunció palabras intrigantes (de esas que dejan en suspenso) en una ocasión: cuando sintió la separación de su Padre celestial y exclamó «Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’)» (Mar. 15:34). Y esa es la única razón por la que deberíamos perder nuestra paciencia. La separación de Dios realmente es una buena razón para mandar un mensaje que diga: «Esto está muy mal». Lori
«En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar” (Sal 107:28,29)

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

EL SOL

«Sale el sol, se oculta el sol, y vuelve pronto a su lugar para volver a salir» (Ecle. 1: 5). 

Estamos iniciando estos días de enero poniendo énfasis en la necesidad de desarrollar hábitos saludables; hábitos físicos y espirituales que mejoren todos los aspectos de nuestra vida. Pues bien, hoy voy a hablarte del sol, esa lumbrera mayor que con tanto amor creó Dios para el ser humano (ver Gén. 1: 16-18; Sal. 136:7-8).
La luz solar, tomada a horas tempranas de la mañana o a última hora de la tarde para evitar el riesgo de quemaduras en la piel, es fundamental para:
El buen ánimo, pues aumenta los niveles de producción de serotonina en el cerebro, y esta sustancia es una de las responsables de que nos sintamos bien. Por eso es sabido que el sol ayuda a combatir la depresión, porque ayuda a la producción de una de las hormonas de la felicidad.
La fortaleza de los huesos. Está demostrado que la luz solar aumenta la producción de vitamina D en nuestro organismo, y esta es indispensable para la absorción del calcio. Así que tomar el sol contribuye a tener huesos fuertes y evitar la osteoporosis.
La prevención de dolencias como el cáncer, la hipertensión y las enfermedades inmunológicas, tal como señalan diversas investigaciones.
¿Qué te impide salir media hora todos los días a pasear un poquito al sol? Sabiendo lo fundamental que es para que estés sana y te mantengas fuerte, creo que desarrollar este hábito debe ser una prioridad en tu agenda. Igual que desarrollar el hábito de exponerse cada día, al menos una hora, a la Luz mayor, la Luz de Dios que proviene de su Palabra.
Dice Elena G. de White: «Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales. Y mientras nos espaciemos así en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en él será más constante, se reavivará nuestro amor, y quedaremos más imbuidos de su Espíritu. Si queremos ser salvos al fin, debemos aprender la lección de penitencia y humillación al pie de la cruz» (El Deseado de todas las gentes, cap. 8, p. 66).
«Para ustedes que me honran, mi justicia brillará como la luz del sol, que en sus rayos trae salud» (Mal. 4:2). Amén.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

LA RECOMPENSA DE LA HUMILDAD

«El Señor recompensa a los que le temen con riquezas, honra y vida, si son humildes» (Proverbios 22:4)

Durante mi primer año como pastor me tocó ministrar a ocho congregaciones en la zona central de México. Había llegado como un promisorio graduando de dos licenciaturas de la universidad adventista a una zona donde el evangelio apenas echaba raíces. Ahí conocí a don Francisco Ávila y su amable familia. Y como aún estaba soltero, pernoctaba en su hogar cuando visitaba Tejupilco, el pueblo donde vivían.
Don Francisco era un hombre sencillo y con escasa preparación académica. Sin embargo, tenía una fe verdaderamente admirable. Cada mañana, antes de salir el sol, se levantaba a orar y comunicarse con el Padre celestial. Sus palabras, su semblante y sus actitudes revelaban que había estado con Jesús al amanecer. Él me profesaba un enorme respeto, ya que yo era el pastor de la iglesia, pero no por eso dejaba de expresar con gran convicción sus ideas. Asimismo, cada semana, junto con su esposa, salía a impartir estudios bíblicos a vecinos y amigos. Su pequeña tienda de comestibles era un verdadero centro misionero en el vecindario.
Junto a don Francisco, yo me sentía un hombre de poca fe. Seguramente, en mi cabeza había más información que en la suya. No obstante, su experiencia espiritual era mucho más sólida. A su lado, yo parecía un ratoncillo que temblaba ante la menor adversidad. En cambio, él permanecía firme como un roble frente a cualquier tempestad eclesiástica. Así que en varias ocasiones le supliqué al Señor que me ayudara a depender de su Palabra.
¿Te has preguntado si eres una persona de poca fe? ¿Acaso no dependes de Dios como te gustaría? Es cierto que los ambientes seculares de esta época debilitan el desarrollo de la fe. Sí, a veces pareciera que hoy Dios no es tan necesario para resolver los problemas de la vida. Por eso, es muy importante seguir la fórmula bíblica para fortalecer la fe: «Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo» (Romanos 10: 17, CST).
No te dejes someter por filosofías e ideas sin sentido. Que nadie te convenza de que el devenir de este mundo únicamente depende de los seres humanos. ¡Qué frustrante es pensar de ese modo! Mejor acércate a Dios hoy mismo. Pídele que te ayude a vencer tu incredulidad y a depositar tu vida en sus manos. Hazle formar parte de cada una de tus actividades y confía en su dirección. Te aseguro que eso te permitirá disfrutar los espacios de felicidad que el cielo tiene para ti en este día.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

LA ARROGANCIA


“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3).

Los apartamentos de lujo del edificio Richelieu en las playas de Pass Christian (Misisipi, EE.UU.) contaban con la animación propia del veraneante de la gran ciudad. Se divertían con espíritu despreocupado y abundancia de bebidas alcohólicas. La policía recibió la alarma de que el huracán Camille estaba tocando la costa occidental cubana y se aproximaba al Golfo de México para irrumpir de lleno en el estado de Misisipi. El jefe de policía, Jerry Peralta, movilizó su equipo para evacuar todos los edificios playeros. La mayoría de las personas obedecieron la orden, pero un numeroso grupo del edificio Richelieu desafió al agente:
— ¡Señor Peralta, estamos en nuestra propiedad y para sacarnos de aquí tendrá que traer una orden de detención! ¡Hemos sobrevivido a varios huracanes! ¡Este edificio es sólido como la roca!
Aquella noche el huracán arrasó la costa de Misisipi a una velocidad de más de 280 km por hora, haciendo desaparecer varios edificios, entre ellos el Richelieu. Era el 17 de agosto de 1969. El Camille fue el segundo huracán más poderoso del siglo XX, después de otro que tuvo lugar en 1935. Solo en la localidad de Pass Christian murieron 78 personas. La mayoría de ellas pensaban que eran lo suficientemente fuertes para sobrevivir sin necesidad de evacuar.
La ausencia de autoestima conlleva riesgos: pérdida de rendimiento académico y laboral, dificultad en las relaciones, así como vulnerabilidad a la adicción a sustancias psicoactivas, a ser víctima de abusos, ansiedad y depresión, entre otros. Pero el exceso de autoestima es la arrogancia y conduce a situaciones desastrosas como la actitud de aquellos vecinos del edificio Richelieu y, aún más, lleva a la perdición moral. En efecto, actitudes tales como la vanagloria, el engreimiento, la altivez, el orgullo y la soberbia son rasgos diametralmente opuestos al espíritu cristiano de humildad.
El apóstol no recomienda ni la arrogancia ni el desprecio por uno mismo. Nos invita al pensamiento cuerdo (o equilibrado) sobre nosotros mismos. Algunos están tentados a alcanzar el extremo de la altanería, otros, el auto- desprecio. Tanto si tiendes a un lado como al otro, piensa en los dones que Dios te ha dado y, al mismo tiempo, practica la humildad siguiendo el ejemplo supremo de Jesús, quien “no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos” (Mar. 10:45).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020

sábado, 4 de enero de 2020

DE REGRESO A CASA

Jesús contó la historia de un muchachito que, cansado de estar en su casa, le pidió a su papá el dinero que le pertenecía y se fue lejos. En poco tiempo, se gastó todo el dinero y comenzó a pasar hambre, porque no tenía con qué comprar comida. Entonces, se sintió triste de haber abandonado su casa y a su familia y decidió regresar. Para su sorpresa, su papá lo estaba esperando y lo invitó a entrar a la casa.

¿Y yo?
Aunque el hijo pródigo se portó muy mal, su papá lo recibió con gozo. Así, como ese papá, es Jesús: siempre te recibe con los brazos abiertos.

Mi oración para hoy
Querido Padre, yo quiero estar siempre a tu lado.

 En la Biblia leemos:
«Porque este hijo mío […] se había perdido y lo hemos encontrado. Comenzaron la fiesta» (Lucas 15: 24).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

MARY JONES

Todos tus mandatos son justos y verdaderos.  Salmo 119: 138 

—Quiero contarles la historia de una jovencita llamada Mary, que anhelaba tener una Biblia —comenzó diciendo el papá de Susana y Mateo—. En su tiempo eran muy escasas y en la iglesia donde ella asistía tenían una que el pastor usaba para leer durante el culto. Desde que tenía ocho años, Mary quería tener una propia, pero ¿cómo?
—¿Cuánto costaba una Biblia entonces? —quiso saber Susana.
—Mucho dinero —le respondió su padre—, por eso casi nadie la tenía.
—Mary no sabía leer porque donde ella vivía no había escuela. Pero un día construyeron una en un lugar cercano y, a la edad de diez años, Mary aprendió a leer. Ahora tenía más razones para anhelar una Biblia. En una ocasión, Mary se dio cuenta de que una vecina suya que tenía mucho dinero tenía una Biblia, y comenzó a visitarla para leerla. Pero como quería tener la suya propia, se puso a hacer pequeños trabajos para sus vecinos. Así, durante casi seis años, Mary estuvo ahorrando todo lo que le pagaban hasta que logró alcanzar la cantidad necesaria para comprarse una Biblia.
—i¿Qué?! i¿Seis años tuvo que ahorrar para comprarse una Biblia?! —exclamó, asombrado, Mateo.
—Así es —confirmó su padre—, pero ahora que tenía el dinero no había nadie que tuviera una Biblia para que se la vendiera. El pastor de su iglesia le comentó que en una ciudad llamada Bala, a una distancia de 40 kilómetros, vivía el pastor Thomas Charles, que vendía Biblias. Continuaremos mañana con la historia de Mary. Agradezcamos hoy a Jesús porque nosotros tenemos nuestra propia Biblia.
Oración: Querido Jesús, gracias por lo que hicieron otras personas para que nosotros podamos tener hoy nuestra propia Biblia.
¿Sabías que…la Biblia se escribió originalmente en hebreo, arameo y griego?

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020.

“EL QUE HA SUPERADO SUS MIEDOS SERÁ VERDADERAMENTE LIBRE». ARISTÓTELES

Tu mamá, ¿se preocupa mucho? Quizás algunas veces le das ánimo con palabras como: «No te preocupes, mamá. No parece una serpiente venenosa”.
«No te preocupes, mamá. Hace años desde la última vez que alguien se cayó de esa montaña rusa»
Queremos instar a nuestras madres a que se relajen porque, cuando ellas se ponen nerviosas, nosotros nos ponemos nerviosos; especialmente, cuando emiten un cierto sonido conocido como «el grito ahogado».
Mi esposa a menudo decide dar gritos ahogados mientras vamos tranquilamente en auto viajando por la carretera. Hay algo en ese sonido que dispara un golpe de adrenalina en mi torrente sanguíneo y me hace querer girar bruscamente para situarme contra el tráfico, ya que la muerte por colisión me parece en ese momento preferible al terror que me causa descubrir qué originó ese sonido de ella.
«¿Qué pasó?», exclamo con pánico. «¿Qué pasó?»
Ella me mira, con los ojos grandes como platos: «Me olvidé de felicitarle el cumpleaños a mi tía».
Los gritos ahogados plantean un gran problema: no transmiten ninguna información útil. Por ejemplo, el mismo grito puede significar «¡Un hombre extraño corre hacia mí con un cuchillo en la mano!», o «¡El gato se está comiendo mi desayuno!»
Los hombres no gritan. Por eso prefiero a un hombre de capitán cuando viajo en avión. Nadie quiere estar en un vuelo transcontinental y escuchar: «Les habla su capitán… ¡AAAHHH!».
Los hombres relatan los hechos manteniendo la compostura: «Les habla su capitán. A causa de problemas técnicos, estaremos estrellándonos al sur de Honduras. Esto significa que por viajero frecuente solo se les concederá la mitad de las millas que esperaban por este vuelo».
En realidad, tanto los hombres como las mujeres se preocupan demasiado. Los hombres nos preocupamos por el trabajo, la política, o porque el auto nuevo tiene un rayón. Las mujeres se preocupan por los secuestradores de niños, los gérmenes y los juegos en los que no controlamos nuestra fuerza.
Aunque es completamente natural preocuparse, creo que para Dios es un cumplido cuando no nos preocupamos; porque eso quiere decir que confiamos en él tan plenamente que nuestras preocupaciones desaparecen y nos sentimos en perfecta paz.
Piensa en los lirios… ellos nunca se preocupan. Ni gritan. No emiten ningún sonido similar al grito ahogado.
«Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas» (Mat. 6:34).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

EL PROMOTOR DEL DESCANSO

«Jesús les dijo: «Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo». Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer» (Mar. 6: 31).

Según datos de octubre de 2018 de la American Psychological Association (APA), la tercera parte de la población estadounidense padece estrés, y un 48% afirma que su estrés ha aumentado en los últimos años. Este aumento se debe básicamente a la preocupación por la seguridad personal a causa de la violencia; a la marcha del país debido a ciertas inestabilidades políticas; al miedo que generan las noticias de la televisión y el periódico; y a la preocupación por el dinero (economía personal), el trabajo (estabilidad laboral) y la salud. La APA considera que, en un rango del 0 al 10, el nivel de estrés de los norteamericanos es de 4.9 entre los adultos y de 5.7 en los millenials. El 74% de los adultos encuestados dicen haber experimentado al menos uno de los síntomas del estrés en el último mes; el 45% reconoce despertarse por las noches a causa del estrés.
De acuerdo con la misma APA, el estrés está afectando a las relaciones personales, a los hábitos de alimentación y de sueño, al rendimiento laboral y a la salud. Como ves, no es una cuestión baladí. La mayoría de nosotras nos vemos inmersas cada día en un corre corre que nos impide disfrutar de experiencias indispensables para el equilibrio mental y físico: leer la Biblia a solas y sin prisa; admirar una puesta de sol meditando en nuestro Creador; disfrutar de una tarde charlando con nuestros hijos de los temas que les interesan; o, sencillamente, estar, sin más, sin pensar y sin tener que hacer nada.
Cierto que los afanes de la vida nos reclaman y es difícil saber cómo gestionarlos sin estresarnos, pero hemos de darle al descanso la importancia que tiene. Jesús, nuestro ejemplo en todas las cosas y nuestro Maestro en el arte de vivir, nos lo dice muy claramente a través de su experiencia con sus discípulos (como ves, incluso la obra de Dios puede generar altos niveles de estrés si no sabemos dosificar nuestras energías): «Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo» (Mar. 6: 31). No olvides descansar, para que no sufras las consecuencias del estrés crónico. Sé cristiana también en esto.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.