martes, 10 de mayo de 2011

ALGUIEN QUE SABE DE MÚSICA

¡Como caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tu que debilitabas a las naciones. Isaías 14:12.

¿Te gusta escuchar música? ¿Qué tipo de música prefieres? Prácticamente no existe un joven que no considere la música como algo importante en su vida.
La música tiene la virtud de llegar a partes de nuestra mente a las que no pueden llegar las palabras. Todo director de cine sabe que para conmover a los videntes de una escena, hace falta matizarla con la música adecuada. Y hay música para todos los momentos y situaciones: música para una persecución, para enfatizar una decisión, para señalar un gran enojo, música romántica, música de suspenso o de miedo, para mostrar una gran alegría, música de fiesta y música que inspira un gran dolor.
Mucha de esa música ni siquiera necesita letra. Basta con que algunos instrumentos den los acordes adecuados, y eso es suficiente para producir el sentimiento esperado en el oyente. El gran peligro que reside en la música actual es que puede ser manipulada y dirigida por alguien que sabe mucho de música: el diablo. El gran apostata no aprendió música después de la caída, ya que el Creador lo había dotado de sabiduría musical para alabar a Dios. Fíjate: "Satanás había dirigido el coro celestial. Había dado la nota; luego toda la hueste angélica se había unido a él, y entonces en todo el cielo habían resonado acordes gloriosos en honor de Dios y su amado Hijo" (La historia de la redención, p. 25).
Pero lamentablemente, ese "Lucero, hijo de la mañana" se rebelo contra la ley divina y toda su sabiduría fue empleada para la injusticia y el mal. Quien fuera el director del coro celestial ahora utiliza la música para seducir y apartar a las personas de la fe. "Satanás no pone objeción a la música si puede hacer de ella el medio para tener acceso a la mente de los jóvenes. Cualquier cosa que aparte la mente de Dios y ocupe el tiempo que debiera ser dedicado a su servicio, convendrá a su propósito" (Mensajes para los jóvenes, p. 293).
Al igual que todo lo creado, la elección de la música nos puede acercar a Dios o nos puede acercar a su enemigo. En términos espirituales, Dios te invita, su enemigo te seduce, Dios te ofrece, su enemigo te presiona, Dios quiere tu salvación, su enemigo desea tu perdición. En este día también tienes la posibilidad de elegir cual música escucharas: la que te recree o la que te divierta. Tú eliges.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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