sábado, 16 de julio de 2011

AIRE PURO

Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. Génesis 1:6.

Uno de mis juegos favoritos en los años de mi infancia era competir con mis amigos para ver quién aguantaba más tiempo la respiración debajo del agua. Así, mientras uno de mis hermanos controlaba quién salía primero de la piscina, los otros tres nos sumergíamos esperando ser los ganadores.
Si bien el ser humano puede pasar meses sin comer y días sin tomar agua, sin oxígeno no podemos vivir más que unos pocos minutos. Fundamental para todo el organismo, el aire que respiramos oxigena el cuerpo y vigoriza el torrente sanguíneo y cada órgano vital. Una mala oxigenación del cuerpo afecta no solo a los pulmones, sino también al estómago, al hígado y al cerebro. "La piel se pone cetrina, la digestión se retarda, se deprime el corazón, se nubla el cerebro, los pensamientos se vuelven confusos, se entenebrece el espíritu, y el organismo entero queda deprimido e inactivo y particularmente expuesto a la enfermedad" (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 124).
Hoy en día, muchas empresas e industrias contaminan nuestra atmósfera con sus desperdicios gaseosos.
La atmósfera o "expansión", como la llamó Moisés en el relato del origen de la historia de la humanidad, fue una creación divina. Además de proporcionarnos el oxígeno necesaria para el metabolismo de los seres vivos, la atmósfera es un escudo protector contra los rayos dañinos emitidos por el sol, y una barrera para protegernos de los meteoritos y asteroides que rondan por el sistema solar.
¡Cuánto le debemos al Dios de la naturaleza! ¡Cuan agradecidos debemos estar cada día porque ha provisto todo lo necesario para que podamos vivir en el planeta Tierra! Ese aire que respiramos en cada momento, casi sin darnos cuenta, fue cuidadosamente puesto en su lugar para nuestra conservación. Al comenzar este día de actividades, no olvides darle gracias a Dios por su sabiduría y bondad, manifestada en todas las esferas de tu vida.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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