jueves, 25 de agosto de 2011

CUANDO JESÚS LLEGÓ AL CORAZÓN

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10.

Dios demuestra su poder en la vida de las personas cuando las transforma en auténticos cristianos. Que un ladrón, delincuente, alcohólico, estafador, homicida o cualquiera que haya vivido en pecado abandone su camino y viva como Dios lo pide en su Palabra, realmente es un gran milagro.
Pero, no solo los que cometen actos criminales necesitan el poder transformador del Espíritu Santo, sino que toda persona que pretende llegar al reino de los cielos deberá pasar por esta metamorfosis. "El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5), le dijo Jesús a Nicodemo, y la misma afirmación perdura hasta nuestro días.
Zaqueo nació en el pueblo elegido y se crió bajo la enseñanza de los sacerdotes. Como judío, conocía perfectamente la Biblia y sabía lo que Dios demandaba para cada hombre. Sin embargo, decidió seguir su propio camino e ignoró sus conocimientos religiosos. Su única ambición fue acumular tesoros terrenales y en mucha cantidad.
Este tipo de vida le dio lujos, extravagancias y placeres, pero no quitó el vacío que había en su corazón. Con el paso del tiempo se convenció de que no había alcanzado lo que buscaba y se sintió desdichado e infeliz. Estaba dispuesto a dar todo el dinero que poseía con tal de sentirse pleno y disfrutar de la vida. Pero lo que buscaba se encontraba cerca.
Cuando Jesús llegó a su vida, Zaqueo experimentó el nacimiento del Espíritu, y el dinero dejó de ser su dios, para darle el lugar a Cristo. Con profundo arrepentimiento y confesión expresó: "He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadriplicado" (Lúe. 19:8). Jesús, conmovido por las palabras de Zaqueo, expresó su misión: "Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido".
La tentación de Zaqueo de convertir el dinero en un dios sigue siendo una gran tentación para muchos en la actualidad. Miles de hombres y mujeres se agolpan en la loca carrera de la vida en busca de tesoros mundanales para llenar el vacío de su existencia, olvidando que la historia de este cobrador de impuestos está para que nosotros no cometamos el mismo error. El dinero solo te ayuda a vivir en esta tierra, pero Jesús da vida y salvación en el presente y por la eternidad.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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