lunes, 14 de noviembre de 2011

MUCHO MÁS, AHORA

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanos 5:10.

El tema de la gracia jamás será entendido del todo por la limitada mente humana. ¿Cómo entender que el Dios todopoderoso, Creador del cielo y la tierra, se haya hecho hombre, y viniera a morir en la cruz del Calvario, para salvar al ser humano? Pasarán siglos. En la eternidad, estudiaremos este asunto, y jamás lo entenderemos. Por eso, Dios ilustró la gracia en la muerte del cordero: un animal inocente, que no tenía culpa, era llevado al altar, y era sacrificado con el fin de que el pecador recibiese el perdón.
Cuando las manos del pecador se extendían, con el cuchillo empuñado, en dirección de la garganta del animalito; al contemplar a aquel inocente ser, que moría sin dar un gemido, el pecador podía tener una leve idea de lo que Jesús haría por él, en la Cruz.
Los judíos creen que la interpretación cristiana de Isaías 53 es una inmoralidad. Esta posición parece demasiado dura, pero ellos explican: "Que un hombre malo muera por sus delitos, eso es justo y moral; pero, que un ser bueno, que no le hizo mal a nadie, muera por los delitos de los pecadores, eso es inmoral".
Tal vez sí; desde el punto de vista humano, con toda seguridad. Pero, Dios muestra su amor, para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Difícilmente alguien moriría por un amigo: ¡imagínate morir por un enemigo! Nosotros éramos enemigos de Dios y, sin embargo, el Señor Jesús entregó su vida por nosotros.
La eternidad no será suficiente para cantar loores de gratitud a Dios, por el don maravilloso de Jesucristo. Él ve, en ti, un potencial que nadie es capaz de discernir. Te acepta como eres, pero te ve como lo que, un día, transformado por su amor, llegarás a ser.
La base para esa confianza es el versículo de hoy: si Jesús te amó y se entregó por ti cuando vagabas en terreno enemigo, ¡mucho más ahora, que eres parte de su Reino! Él te tomará de la mano, y te guiará a los pastos verdes y a las aguas tranquilas. Te conducirá de victoria en victoria, hasta la victoria final.
Con esa seguridad en tu corazón, enfrenta las luchas de este nuevo día, "porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

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