jueves, 15 de marzo de 2012

DIOS ESTÁ BUSCANDO…

¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente pana un momento como este! Ester 4:14, NVI.

Probablemente hayas escuchado hablar de Diógenes, un filósofo griego que vivió varios siglos antes de Cristo (412-323 a.C.) y que llegó a ser famoso por sus ocurrencias.
Se cuenta que cierta vez se encontró con Alejandro Magno, el célebre conquistador. Encantado de conocer a Diógenes, de quien había escuchado hablar, el emperador le ofreció darle lo que quisiera. Diógenes, sin dar muestras de mucha emoción ante tal ofrecimiento, se limitó a responderle que por favor se apartara porque le estaba tapando la luz del sol.
Más conocida es la anécdota en la que Diógenes aparece en pleno día, con una lámpara encendida, y en actitud de búsqueda. Cuando alguien le preguntó la causa de una conducta tan extraña, respondió: «Estoy buscando a un hombre honesto». ¡Una manera muy gráfica de denunciar la condición moral de su época! No había muchos hombres íntegros en los alrededores.
Hace muchos siglos que Diógenes murió, pero la lección que nos dejó no ha perdido validez, porque la condición moral de nuestra sociedad no parece ser muy diferente a la que motivó su ocurrencia. ¿Dónde están los hombres y mujeres honestos hoy? Me gusta la forma en la que cierto escritor expresó esta necesidad:
«Dios está buscando hoy hombres y mujeres...
  • Que sepan decir la verdad y mirar en los ojos al mundo.
  • Que sean valientes sin proclamar su valentía.
  • Que conozcan su mensaje y lo digan.
  • Que sepan cuál es su lugar y lo ocupen.
  • Que sepan cuál es su negocio y lo atiendan.
  • Que estén dispuestos a comer lo que se han ganado y a vestirse con lo que han pagado.
  • Dios está buscando hoy hombres y mujeres que hayan llegado al reino para una hora como esta» (adaptado de G. Barclay, Mediante su Espíritu, p. 364).
Sí, Dios está buscando jóvenes que sepan distinguir el bien del mal, y se atrevan a practicar el bien; que sean diferentes, y no tengan miedo de serlo. En una palabra, jóvenes que conozcan su misión y la cumplan. ¿Eres tú uno de esos valientes? ¿Puede Dios contigo en una hora cómo está?
Señor Jesús, puedes contar conmigo. Capacítame para hacer la parte que me toca en una hora como esta.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

No hay comentarios:

Publicar un comentario