martes, 20 de marzo de 2012

MODALES Y PRÁCTICAS

Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres (Proverbios 17:6).

Los abuelos ocupan un importante lugar en la vida de sus nietos. Son como «libros vivientes» que les trasmiten experiencias y les inculcan valores. Son excelentes transmisores de la herencia religiosa. Tenerlos cerca constituye una gran bendición para los niños. Aunque los abuelos pueden contribuir a que los niños aprendan normas de comportamiento cristiano, les corresponde también a los padres enseñar a sus hijos a ser amantes y preocupados por los mayores.
Saludos. La familia debe adoptar la práctica de saludarse y despedirse cuando entren o salgan de casa. Los padres deberían dar un beso a cada hijo al salir por la mañana, así como al llegar del trabajo. Al irse a dormir deben dar un beso a los niños como una especie de bendición. Es importante que los niños aprendan a expresar a sus padres y abuelos el cariño que encierra un saludo.
Dar gracias. Es importante enseñar a los pequeños a dar las gracias por los alimentos. Disfrutar de comida en la mesa es una auténtica bendición y la vida puede cambiar profundamente al sentir esa gratitud. Antes de la comida puede ser beneficioso apagar la televisión. Asimismo los niños deben acostumbrarse a tomar sus alimentos en unión a los adultos, con el fin de fortalecer los vínculos familiares. Los chicos que se acostumbran a comer frente al televisor tienen grandes posibilidades de crecer distanciados de sus padres. Deberían también aprender a dar gracias por sus padres y por sus abuelos.
Cumpleaños. Es conveniente que la familia se reúna para agradecer por los cuidados y bendiciones recibidos durante cada año transcurrido. Por lo general se enfatizan los cumpleaños de los menores, pero los niños pueden aprender también a celebrar y apreciar los cumpleaños de sus padres y abuelos.
Desprendimiento. Los más chicos aprenderán a ser generosos a través del ejemplo de sus mayores. Es recomendable que aprendan a regalar ropa, comida y juguetes. Sobre todo que aprendan a hacerles obsequios a sus abuelos. La actitud que tengamos hacia nuestros padres será probablemente la que tengan nuestros hijos hacia nosotros cuando seamos mayores.
En la vida lo importante no es tener mucho conocimiento, sino saber aplicarlo oportunamente. Y como dice el dicho: «En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos »

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Blanca Dalia de Góngora.

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