sábado, 21 de abril de 2012

EL DIABLO DESDENTADO


«Les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo"» (Lucas 10:18).

Téngalo por seguro: El diablo intentará que hagamos cosas que están mal, pero no puede obligarnos. Si pertenecemos a Jesús, no puede poseernos; pero sí ponernos en un aprieto. El diablo tratará de vencer al cristiano y hacer que peque. He aquí algunas de sus artimañas:

  • Intentará afligirnos físicamente (2 Cor. 12:7; Luc. 13: 16; Hech. 10:38).
  • Tratará de incitar una fuerte oposición contra nosotros y nuestro mensaje (Apoc. 2:10).
  • Intentará crear confusión entre los creyentes.
  • Procurará que nos sintamos deprimidos, perturbados y sin rumbo.
  • Instigará miedos irracionales en nuestro corazón.
  • Querrá confundimos con pensamientos impuros.
  • Tratará de arrastrarnos al error doctrinal (Gen. 3:13; 2 Cor. 11:3,14,15).

Puesto que Jesús es Señor de este mundo, cuando nos sintamos asaltados por las fuerzas del mal, debemos acudir a él. En él tenemos un intercesor que ha vencido al diablo y, gracias a Dios, podemos dirigir nuestras oraciones a Aquel que ha ganado verdaderamente la victoria.
En el zoológico, un empleado entró en la jaula de un gato montes sin nada más en las manos que una escoba. Cerró cuidadosamente la jaula y procedió a barrerla. El trabajador no disponía de un arma que lo protegiera de un ataque de la fiera. De hecho, cuando llegó a la esquina de la jaula donde yacía el gato, lo empujó con la escoba. El gato montes gruñó y se fue a otro rincón de la jaula.
—Realmente, usted es un valiente —comentó un visitante. 
—No, qué va, yo no soy valiente —respondió él mientras seguía barriendo. —Será que el gato es manso.
—En absoluto —respondió el celador—. No es nada manso. —Si usted no es valiente y el gato no es manso, no entiendo por qué no lo ataca.
El hombre se echó a reír y, con aire confiado, dijo: 
—Verá, señor; es que ya es viejo y le faltan los dientes. 
El diablo tampoco tiene dientes. Jesús le arrancó los colmillos cuando murió en la cruz por nosotros. Reclame hoy esa victoria ionio suya. Basado en Mateo 10:5-15

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

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