lunes, 23 de abril de 2012

HACER EL BIEN


«Está permitido hacer el bien en sábado» (Mateo 12:12)

Cada mañana, cuando nos levantamos, tenemos qué hacer. Es preciso ir al trabajo, a la tienda de comestibles, ir a llevar a los niños a la escuela... ¿Por qué el sábado por la mañana muchos buscan cualquier nimiedad como excusa para no ir a la iglesia?
¿Acaso no sabemos que la obra de Satanás es mantenernos alejados de la adoración? Él quiere que pensemos en nosotros mismos y no en Dios. Si pudiéramos ver a los ángeles buenos y malos batallando por nosotros, pondríamos todo nuestro empeño en no permitir que nada nos impidiera asistir a la iglesia. No prestaríamos atención a las distracciones que Satanás, para desviar nuestra atención, pone en nuestro camino. A pesar de que los fariseos criticaban duramente a Jesús, cada sábado él iba a la sinagoga.
Cada vez que nos excusamos de adorar con la familia espiritual es un triunfo para Satanás. 
Cierto sábado, en la sinagoga, un hombre que tenía una mano seca se acercó a Jesús. Los fariseos observaban desde la distancia, ansiosos por ver como Jesús quebrantaba el sábado delante de todos los fieles. En presencia del desdichado, los fariseos preguntaron a Jesús: «¿Es lícito sanar en el día de reposo?». Puesto que era hombre, Cristo estaba sujeto a la ley, pero no a la tradición de los ancianos.
Jesús respondió: «¿Qué hombre entre vosotros, si tiene una oveja y esta se le cae en un hoyo, en sábado, no le echa mano y la saca? Pero, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, está permitido hacer el bien en sábado» (Mat. 12:11, 12). El hombre extendió la mano y fue sanado.
Al sanar a aquel hombre en sábado, Jesús mostró que era lícito y correcto hacer obras de misericordia en ese día. Hay muchas maneras de hacer el bien en sábado. Visitar a los enfermos y a los presos, ayudar a los pobres sin hogar, dar estudios bíblicos y pasar el tiempo con la familia también son buenas obras.
El Señor también quiere que descansemos en sábado para que podamos renovar el cuerpo y el espíritu. Disfrutar de la naturaleza y de la amistad cristiana son otras maneras de hacer el bien en su día.  Basado en Mateo 12:8.

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

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