martes, 10 de abril de 2012

HIJA DE DIOS


Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1).

¡Que maravilloso Dios tenemos, que con inefable amor nos redime y restaura a la posición de hijas! Ese es el Dios a quien amamos, «Rey eternamente y para siempre» (Sal. 10:16).
¿Qué responderías si te preguntaran «quién eres», como le preguntaron a Juan el Bautista? Juan conocía claramente quién era, así como su origen, misión y destino, pues él respondió: «Yo soy la voz de uno que clama en el desierto. (Juan 1:23). Afortunadamente nosotros tenemos también tenemos la oportunidad de saber quiénes somos, al igual que de conocer nuestra misión y destino. Ese compromiso nos recuerda constantemente que somos especiales y que también tenemos una importante responsabilidad: reflejar la luz de Dios.
Esto me recuerda a la bella modelo Eva Sannum, una antigua novia del príncipe Felipe de España, y a quien un posible título de princesa no le interesaba. Ella quería ser ella misma, por lo que actuaba y vestía a su manera. Aquella relación prosperó, al contrario que la que inició con Letizia Ortíz, finalmente supo definir su identidad, misión y destino: ser princesa y futura reina de España.
Si acudimos a una boda con la misma ropa que utilizamos para limpiar la casa ¿qué mensaje le estamos enviando a quien nos ha invitado? Lo más seguro es que piense que su boda no es muy importante para nosotros y que no goza de todo nuestro aprecio. La esencia misma del cristianismo, el amor a Dios y a los demás, es el móvil que nos impulsa a ir más de allá de la satisfacción personal. Es algo que nos llevará a preguntarnos: «¿Podrán ver en mí lo hermoso, lo digno, lo sencillo, lo que es de buen nombre y que habla bien de quien nos llamó de las tinieblas a su luz admirable?». 
Conviene  que identifiquemos toda ocasión en la que podamos testificar acerca de nuestra fe. Nuestra apariencia y actitudes, hablarán por nosotras. 
Padre, ayúdame a no olvidar que debo permitir que todos vean tus virtudes en mí.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por  Greisy de Murillo

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