martes, 10 de abril de 2012

DIOS TIENE UN PLAN



Alabado sea Jehová, que hizo que no te faltara hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel. Rut 4:14, RV95.


Hay momentos en la vida cuando pareciera que todo se desploma a nuestro alrededor. ¿Te ha pasado? Quizás te está ocurriendo ahora mismo. Si este es el caso, estoy seguro de que la siguiente historia te puede resultar de ayuda.
Una familia de cuatro personas (los esposos y dos hijos varones) tenía problemas económicos en su país, de manera que decidieron probar suerte en otras tierras. El plan era estar solo poco tiempo, pero se acostumbraron al lugar y se quedaron. Los hijos conocieron nuevos amigos, ahí se enamoraron y se casaron.
Pero las cosas no salieron como habían pensado. El padre de la familia murió. Tiempo después, los dos hijos también murieron. Es así que la pobre mujer dejó su país buscando mejorar su situación, pero ahora estaba peor que antes. Sola, sin dinero y en un país extranjero. ¿Qué podía esperar de la vida? Muy poco. Pero sin que ella lo supiera, Dios tenía un plan. ¡Y qué plan!
¿Ya sabes de quién estamos hablando? Es la historia bíblica de Noemí y Rut. Después de su trágica pérdida, Noemí decide regresar a su tierra, Belén. Les pide sus dos nueras que la dejen regresar sola. Una de ellas, Orfa, acepta el consejo. La otra, Rut, se resiste a dejarla. Noemí accede y juntas regresan a Belén, justo cuando comenzaba la cosecha de la cebada. Entonces Rut consigue trabajo recogiendo espigas en el campo de un hombre rico (¡y soltero!) llamado Booz.
Y aquí viene lo bueno. Booz y Rut se enamoran y se casan. De su unión nace un lindo bebé al que ponen por nombre Obed. De Obed nace Isaí; y de Isaí, nace David. Y del linaje de David nacería Jesús, el Salvador del mundo. ¡Quién lo podría imaginar! ¡Rut, la moabita, entre los antepasados de Jesucristo!
¿Cuál es la lección? Si ahora mismo estás atravesando por una situación difícil, recuerda que nuestro Dios tiene poder para transformar tus problemas en oportunidades. Recuerda, además, que Dios tiene un plan para ti, ¡y ese plan ahora mismo está en marcha!
Él solo espera que le permitas ayudarte y que confíes en él porque la solución a tu problema ¡ya está en camino!
Gracias Señor, porque nada es difícil para ti. Ayúdame a creer que tienes un plan para mí.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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