martes, 17 de abril de 2012

TERCO COMO UNA MULA


«Tenían además setecientos treinta y seis caballos, doscientas cuarenta y cinco mulas» (Nehemías 7:68).

¿Has oído eso? ¡Doscientas cuarenta y cinco mulas! Esas son muchas mulas. Las mulas son conocidas por dos cosas: la primera es por ser muy tercas; y la segunda, por ser incansables. Las mulas pueden trabajar más duro, durante más tiempo, y en condiciones más difíciles que cualquier otro animal.  Y sí que son tercas. Estos animales simplemente se niegan a abandonar aún cuando su dueño les dice que no hay trabajo por hacer ¡Eso es muy bueno!
Nosotros deberíamos ser más como las mulas. El viejo Satanás siempre está tratando de que renunciemos a las cosas fácilmente. Me refiero a leer la Biblia, orar; o ser buenos con alguien que no lo ha sido con nosotros. Él sabe que si renunciamos, nadie será feliz. La gente a la que tratamos dejará de ser feliz porque no recibirán las bendiciones que Dios quiere darles a través de nosotros.
No permitas que Satanás te desanime. No seremos felices si dejamos de hacer cosas buenas. Sé «terco como una muía» y no dejes de tratar a los demás con amor

Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

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