lunes, 16 de abril de 2012

UNA MAÑANA INOLVIDABLE


Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré (Juan 14:13-14).

Debido a un pequeño problema de salud tenía que someterme a un desagradable procedimiento médico con cierta frecuencia. Me colocaban una sonda, y cuando esta no tenía éxito, tenían que drenarme utilizando una jeringuilla.
Un día, mientras iba de camino al hospital, conversaba con mi Dios y le rogaba que me ayudara. Hablaba con el Señor y le agradecía porque en su misericordia él había ofrecido a su Hijo por nuestra salvación. Además le pedía que mostrara su bondad para conmigo y que en la media hora duraba la prueba pudieran lograrse los resultados deseados.
Seguí conversando con el Señor durante todo el trayecto y en la sala de espera. Le contaba que nunca había pedido su ayuda respecto a mi situación, pues me parecía que no había necesidad de molestarlo por algo tan sencillo.   Pero también le decía que sentía temor y que acudía a él en busca de ayuda. En media hora los técnicos realizaron el procedimiento y retiraron la sonda. Yo me sentía aliviada y alababa al Señor por su ayuda y misericordia. 

Querida amiga, te exhorto a que confíes siempre en la oración. En ocasiones oramos pidiendo algo y nos parece que el Señor no nos escucha, pero él tiene distintas formas de responder.  A veces nos responde en forma positiva y al instante.  En otras situaciones la respuesta puede ser negativa, porque él sabe si nos conviene lo que pedimos o no.  Por otro lado, quizá tengamos que esperar durante años para recibir la respuesta a una petición. El hecho es que en su amor Dios ve a través del tiempo y responde en el momento oportuno.
La oración es un bálsamo eficaz para todos los problemas de la vida.  Es como si se nos concedieran alas, como si cada paso lo diéramos con seguridad, como en terreno firme, pues vamos de la mano del Señor que todo lo sabe y lo dirige en este tormentoso mundo.
Que Dios te bendiga y nos ayude a confiar en la oración.  ¡Oremos sin cesar y nuestra vida estará llena de bendiciones!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Silvia García de Díaz

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