martes, 28 de agosto de 2012

ÉL LO LLEVARÁ


«En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su demencia los redimió, los trajo y los levantó todos los días de la antigüedad» (Isaías 63:9).

Tras levantar la oveja que se había extraviado y cargarla a hombros, el pastor adoptó un nuevo papel. Ahora él servía a la oveja en lugar de servirse de ella. A nadie, por mucho que le gusten las ovejas, se le ocurriría tener un rebaño de ovejas con el solo propósito de servirlas. En todo caso, es al revés. El pastor cuida las ovejas para que lo sirvan proveyéndole lana, carne y leche. De hecho, la riqueza de un pastor se determina por el número de ovejas que posee. Si lo sirven bien, no tarda en enriquecerse. Si enferman o se retrasan en el crecimiento, lo sirven mal.
Pero en la parábola, el peso de la oveja recae sobre el pastor. Ahora la oveja va descansada y el pastor soporta la carga. La oveja descansa mientras el pastor trabaja. Jesús dijo: «Yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Luc. 22:27). «Hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Fil. 2:8). En la cruz cargó con el peso de nuestros pecados. «Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros» (Isa. 53:6). Nos cuesta pensar que el Hijo de Dios se hiciera subordinado de los hijos de los hombres. El Creador del cielo y la tierra llevó sobre sus hombros el peso de los pecadores.
Al llevarla en hombros, el pastor hace un acto de misericordia. Probablemente, la oveja no podía caminar; por eso, amablemente, la lleva sobre sus hombros de vuelta al redil. ¡Qué bendición saber que vamos a hombros del Señor Jesucristo! «El amado de Jehová habitará confiado cerca de él; lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará» (Deut. 33:12).
Cristo nos dice: «Yo, el que hice, yo os llevaré, os sostendré y os guardaré» (Isa. 46:4). No tenemos que tener miedo de tropezar y mucho menos de caer.  Los pies del Pastor van por el camino con paso seguro. Ningún peligro debiera hacernos temer porque él puede llevarnos a hombros hasta su casa en el cielo. Basado en Lucas 15:4-7

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

No hay comentarios:

Publicar un comentario