martes, 9 de octubre de 2012

EL AMOR ES IMPOSIBLE, SOLO DIOS LO PUEDE HACER POSIBLE


Arriémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios (1 Juan 4:7).

El amor comienza con un secreto. Y aunque ha sido un elemento tácito cada día, es probable que hayas ido acumulando más y más sospechas. Se trata de un secreto que estás descubriendo solo, aunque no sepas cómo expresarlo exactamente. El secreto es el siguiente: Tu corazón no puede fabricar el amor incondicional (o amor ágape). Es imposible. Excede todas nuestras capacidades. Quizá hayas demostrado ternura y generosidad de alguna manera, y tal vez hayas aprendido a ser más considerado (a). Sin embargo, amar a alguien en forma desinteresada e incondicional es otra cosa. Entonces, ¿cómo puedes hacerlo? Te guste o no, el amor ágape no es algo que puedes hacer. Es algo que solo Dios puede hacer nacer. Y es gracias a su gran amor por ti (y a su amor por tu cónyuge), por lo que él elige expresar ese amor a través de ti.
Tal vez estés convencido de que si te esfuerzas y te comprometes lo suficiente, puedes obtener de tu corazón el amor incondicional, perdurable y sacrificial. Quieres creer que está en ti. ¿Pero cuántas veces tu amor no ha podido evitar que mientas, que codicies, que reacciones en forma exagerada, que pienses mal de la persona a la que prometiste delante de Dios que amarías durante el resto de tu vida? ¿Cuántas veces tu amor ha sido incapaz de controlar tu enojo? ¿Cuántas veces te ha motivado a perdonar o ha traído un final pacífico a una pelea? Esta incapacidad es la que pone de manifiesto la condición pecaminosa de la humanidad.
Todos hemos demostrado egoísmo, odio y orgullo. Y a menos que haya algo que nos limpie de estos atributos impíos, seremos declarados culpables ante Dios (Romanos 6:23). Por eso, si no estás a cuentas con Dios, no puedes amar de verdad a tu cónyuge, porque él es la fuente de ese amor. No puedes dar lo que no tienes. No puedes invocar reservas ni recursos interiores que no existen. Así como no puedes regalar un millón de dólares si no los tienes, no puedes dar más amor del que posees. El amor que puede soportar todas las presiones no está dentro de ti. Necesitas que alguien te dé esa clase de amor. "El amor es de Dios" (1 Juan 4:7).

Tomado del 50 días de Oración
Por Pr. Juan Caicedo Solís
Secretario Ministerial, Dir. Hogar y Familia
Unión Colombiana del Sur

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