miércoles, 12 de febrero de 2020

QUE TU ALEGRÍA NO ACABE EN CONGOJA

«Hasta de reírse duele el corazón; a veces la alegría acaba en congoja» (Proverbios 14:13).

Los conocí como la «pareja perfecta» de su iglesia. Se veían radiantes cada vez que llegaban al servicio del sábado regalando sonrisas al por mayor. Parecían  hechos el uno para el otro. Toda la iglesia celebró el día que anunciaron su enlace matrimonial. La boda fue todo un acontecimiento entre la pequeña comunidad adventista del lugar. Esos jóvenes eran un ejemplo del plan divino para un matrimonio cristiano. Sin embargo, con el paso de los años y la llegada de los hijos las cosas no se veían muy bien. Los rostros serios en los servicios sabáticos dejaban ver que había problemas. Finalmente, un día anunciaron su divorcio, que se llevó a cabo en condiciones desgarradoras para los miembros de toda la familia. Lo que se inició como una gran alegría terminó en una enorme tristeza.
Es mejor prevenir que lamentar. Para eso es el noviazgo: te puede ayudar a conocer a una persona para saber si puedes convivir con ella el resto de tu vida. El problema es que muchos jóvenes no saben qué buscar en sus respectivas amistades sentimentales. He aquí algunas recomendaciones:
  1. Objetividad. Se trata de una habilidad para diferenciar los hechos de los sentimientos que los acompañan y actuar basándose en los primeros. Esto es muy importante para reconocer los errores y hacer planes para modificarlos.
  2. Estabilidad emocional. Es fundamental para enfrentar la realidad con serenidad y dominar las circunstancias y no a la inversa.
  3. Concepto correcto de la relación entre amor y matrimonio. El amor es un principio. Los sentimientos agradables, resultantes de ponerlo en acción, pueden variar según las circunstancias.
  4. Sentido de responsabilidad. Cumplir con los compromisos, aceptar los errores sin buscar culpables.
  5. Relaciones interpersonales altruistas. Sentido de cooperación, comprensión y apoyo.
  6. Capacidad para resolver problemas. Los problemas no se resuelven solos, más bien, demandan soluciones.
  7. Temperancia. Desarrollo del dominio propio y respeto por el cuerpo (nada de vicios).
  8. Actitudes sobrias acerca del sexo. Contar con una buena educación sexual.
  9. Pensamiento independiente. Apreciar las opiniones ajenas, evaluarlas y tomar las decisiones propias con un sentido de respeto. No depender de terceras personas.
  10. Filosofía correcta de la vida. Conceptos filosóficos, religiosos e ideológicos adecuados. Todos los tenemos y los reflejamos en la vida diaria, aunque no seamos conscientes de ello.
Hoy pide al Señor capacidad para desarrollar estas virtudes y su dirección cuando te toque vivir una relación amorosa.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020.

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