miércoles, 25 de abril de 2012

SANTIFICARLO


«Y les di también mis sábados, para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico»(Ezequiel 20:12).

Una joven pareja alquiló una casa de vacaciones durante una semana. Una tarde el esposo miró por una ventana que estaba junto a la piscina y exclamó: «¿Qué te parece si nos cambiamos de ropa y hacemos algo de ejercicio?». Su esposa, que estaba fregando los platos en la cocina y, mirando por la ventana, veía a algunas personas que jugaban al tenis, estuvo de acuerdo. Mientras ella se vestía para jugar un partido de tenis, él se puso el traje de baño. La ventana que una persona escoge para mirar el mundo determina su percepción de la realidad.
¿A través de qué ventana mira usted cuando se aproxima el sábado? Para muchos ese día es como un semáforo en rojo. Llega el viernes y cuando el sol empieza a ponerse tenemos que echar el freno a la vida; aun así, acabamos ignorando el semáforo. Nos pasamos las horas del sábado mirando el reloj hasta que, llegada la puesta de sol, chirrían los neumáticos... y vuelta a la vida.
Otros consideran que el día de reposo es como estar en la cárcel.  Incapaces de hacer lo que quieren, no pueden esperar el atardecer.  Hay algunos que se dedican a una «creativa» observancia del sábado. Nada más acabar el servicio de culto en la iglesia, salen disparados al restaurante más próximo. Aún otros dicen que para ellos es una bendición pasar el sábado en la piscina, jugando en la playa o viendo un poco de televisión.
Estoy convencido de que el sábado tiene algo especial para nosotros y quiero descubrir de qué se trata. La Biblia promete: «Bienaventurado el hombre que hace esto, el hijo del hombre que lo abraza: que guarda el sábado para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer lo malo [...] Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el sábado para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte y los recrearé en mi casa de oración» (Isa. 56:1,2,6,7).
Busque el significado de la palabra «profanar». Suena como algo que no queremos hacer.  Basado en Mateo 12:8

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

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