domingo, 29 de mayo de 2016

NO IMPORTA EL LUGAR

“Atiende, pues, Dios mío, y escucha las oraciones que se hagan en este lugar” (2 Crónicas 6:40).

Cada año, millones de personas llevan sus peticiones de oración al famoso Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén. Muchas de estas plegarias son escritas en papelitos, que luego se colocan entre las piedras del muro. Dos veces al año un rabino recoge todos los papelitos y los entierra en el cementerio del Monte de los Olivos. ¿Por qué tanta gente viaja hasta Jerusalén para llevar sus peticiones de oración? Porque se basan en el texto de 2 Crónicas 6:40 que hemos citado arriba. Ellos creen que toda oración que se haga desde el Templo, será respondida. De ahí que estas personas consideran que es indispensable que lleven sus plegarias a lo que queda del destruido Templo de Salomón.
El problema de este tipo de práctica religiosa radica en que atribuye el milagro al lugar y no a Dios. Es innegable que el Señor le prometió a Salomón que escucharía las oraciones hechas desde allí; sin embargo, eso no significa que si una persona ora desde otro lugar, su oración no será atendida. Para escuchar las oraciones de sus hijos, nuestro Creador no está condicionado a un espacio concreto. Matthew Henry hizo una afirmación muy acertada: “Dondequiera que Dios encuentre un corazón que ora, este corazón hallará un Dios que escucha la oración”.
El Señor oyó a Jonás cuando el profeta rebelde estaba en el vientre del pez (Jo- nás 2:1-10). Escuchó a Pedro mientras el apóstol oraba en la azotea de su casa (Hechos 10:9). Atendió la petición de Nehemías cuando este hablaba con el rey (Ne- hemías 2:4). En fin, tú puedes orar dondequiera que te encuentres, y puedes estar seguro de que nuestro Dios no “se ha vuelto tan sordo como para no poder oír” lo que tengas que decirle (Isaías 59:1). En cada momento de tu vida tienes una oportunidad de viajar hasta el trono de Dios y llevarle por fe todas tus peticiones. ¡Qué bueno es saber que no tenemos que ir hasta Jerusalén para que Dios nos oiga!
Podemos acercarnos, desde cualquier lugar, “con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros” (Hebreos 4:16). ¿Te gustaría hacerlo ahora mismo?


Tomado de Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
#VisitaMiMuro #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian #UnDiosqueEscucha #NoimportaelLugar

No hay comentarios:

Publicar un comentario