domingo, 15 de noviembre de 2009

APROVECHA LAS POSIBILIDADES

La enseñanza del sabio es fuente de vida y libra de los lazos de la muerte. Proverbios 13:14.

Hace unos años, la película Tiburón hizo que todo el mundo se diera cuenta de la posibilidad de ser atacado por un tiburón mientras nadaba en el océano. De repente, la gente tuvo miedo de ir a la playa a causa de lo que podía esconderse debajo del agua. Las personas dejaron que las exageraciones de los medios de comunicación tomaran control sin antes comprobar los hechos.
¿Qué posibilidades hay de que nos mate un tiburón? Una entre 280 millones. ¡Todo el mundo al agua!
Mas recientemente, nos hemos dado cuenta de que los ataques terroristas pueden matar personas en cualquier lugar y en cualquier momento. ¿Deberíamos tenerles miedo? La posibilidad de perder la vida de ese modo es aún menor que la de sufrir el ataque de un tiburón. De hecho, el Centro de Análisis de Riesgos de Harvard considera que es demasiado reducida para que merezca la pena calcularla.
Pero toma un cigarrillo y te pones en una de las situaciones de más riesgo posibles. La posibilidad de que un fumador muera de una enfermedad relacionada con el tabaco es de una entre dos. Eso quiere decir que la mitad de todos los fumadores morirá pronto por algo que se han hecho a sí mismos.
La mayoría de las personas empieza fumar porque los amigos fuman, o porque quiere parecer mayor. Las primeras veces que fuman, con seguridad, se encuentras fatal. Pero, con el tiempo, el cuerpo se adapta al humo y los venenos. Y no pasará mucho tiempo antes de que les pida más nicotina.
Si quieres vivir mucho tiempo y con salud, tomate la molestia de hacer el compromiso de salud de no tocar el cigarrillo en la vida. Sácale el mayor provecho a la vida que Dios te dio. No la desperdicies con un hábito mortal y muy caro.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

SÉ PERSEVERNATE

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Lucas 18:7.

¡No insista! Deje de presionar a Dios. Preséntele una sola vez sus peticiones y deje que él responda. Así se expresaba un predicador en un sermón que escuche en cierta ocasión. Sin embargo, e la parábola de la viuda y el juez injusto, Jesús habla de la necesidad de orar siempre y no desmayar.
¿Le causa a Dios alguna molestia que seamos perseverantes en nuestros ruegos? ¿Debemos insistir a la hora de buscar lo que deseamos recibir? Jesús responde de la siguiente manera: «Pedid, y se os dará; buscad y hallareis; llamad, y se os abrirá» (Mat. 7:7). Parece que está claro que Jesús tenía en mente que hay que ser insistentes n el proceso de la oración. Desgraciadamente, hay cristianos bienintencionados que pueden perder fantásticas oportunidades y bendiciones en la vida por el solo hecho de adoptar un papel completamente pasivo en su vida de oración. Muchos creyentes le piden algo a Dios una o dos veces nada más, y luego se sientan y se olvida completamente del asunto.
Hay un elemento vital en la oración que la mayoría de las persona pasan por alto, y es el de la perseverancia. Aunque no “pase” nada, y aunque parezca que Dios tarde en responder, hay que perseverar. Debemos ser perseverantes al orar. ¿Sabías que una de las mayores vetas de oro jamás descubierta en los Estados Unidos se encontró a un escaso metro de donde mineros anteriores habían dejado de excavar? A menudo, los cristiano experimentan el mismo problema: la mayor de la bendiciones de Dios se encuentra a un poquito más allá de donde nos rendimos, apenas un poco más allá de donde estamos dispuestos a ir.
He tenido la experiencia de orar durante doce años por un problema. Hubo momentos en que me sentí decepcionado. Estaba seguro de que lo que le pedía a Dios en oración era correcto, y estaba convencido de que él habría de responder inmediatamente. No sé por qué demoro tanto tiempo en dar respuesta a mi petición pero finalmente la bendición llegó: la persona por quien oraba fue liberada de s alcoholismo.
Recuerda esta mañana, y a lo largo de todo el día, que Dios siempre está en el proceso de contesta la oración. Insiste en la oración. Al fin y al cabo, si tienes que esperar, siempre será una bendición, porque la oración es ale alimento para la vida del Señor Jesucristo dentro de ti.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.

sábado, 14 de noviembre de 2009

MANOS DE MUJER

Dicho esto, les mostró las manos y el costado Al ver al Señor, los discípulos se alegraron (Juan 20:20).
Me gusta imaginar cómo son las anos de Jesús. Manos fuertes, seguras, amables y con cicatrices que serán como un sello eterno de su amor por cada una de nosotras. También me gusta imaginar las manos de tantas mujeres que han desfilado por la historia. Las manos de Eva, manos perfectas creadas por Dios, que tomaron la fruta que Dios le había prohibido, que sostuvieron al primer bebé en ellas y también las primeras manos de una madre que sostuvieron a un hijo muerto.
Manos de Sara, acostumbrada a prepararse para los viajes, que se llevó a la boca mientras reía del mensaje de Dios y que después, ya arrugadas por la edad cambiaron los pañales de su hijo. Manos de la esposa de Lot, que habían peinado el cabello de dos hijas, adornadas a la usanza de Sodoma, la ciudad donde vivía, y que después se endurecieron y emblanquecieron como la sal. Manos de Rut, que crecieron adorando ídolos, que se aferraron a su suegra Noemí, manos fuertes que recogieron espigas de trigo, arroparon al abuelo del rey David. Manos de Ana, que limpiaron incontables lagrimas de sus ojos, que se unieron en suplica a Dios y que después se agitaron para decir adiós a su hijito de tres años que se quedaba en el tabernáculo.
Manos de Ester, manos hermosas, cuidadas durante un año con oleo, mirra, perfumes y cremas. Manos valientes que no temblaban. Manos que señalaban a quien quería asesinar a su pueblo. Manos de Dorcas, lastimadas por la aguja, con cicatrices y gastadas. Manos que se quedaron sin vida, que las lavaron y las velaron. Manos que volvieron a vivir y volvieron a servir.
Manos de Elena G. de White, manos frágiles que sostuvieron una pesada Biblia durante horas y una pluma durante años para dejar al pueblo de Dios su mensaje por escrito. Manos que aliviaron a su esposo enfermo, que enterraron a dos hijos y que viajaron por vario países para esparcir la luz del evangelio. Manos de mi madre, que vi muchas veces unidas en oración. Que cuidaron a cinco niños hasta que se convirtieron en adultos profesionistas cristianos y buenos ciudadanos. Mis propias manos, que trabajan en computadoras y hacen cuentas y comparten su fe con sus compañeros de oficina. Que un día se unieron a las del hombre que se convirtió en mi esposo y que hizo del matrimonio el estado más feliz de mi existencia.

Nidia Santos Vidales
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.

UNA CONEXIÓN PERFECTA

Cuando me llame, le contestaré. Salmo 91:15.

Estás sentado en la iglesia. El anciano pregunta si hay alguna petición de oración. El teléfono celular de alguien empieza a sonar.
Estas haciendo cola en la tienda de comestibles. Delante tienes una señora que habla con alguien por teléfono y describe una operación reciente en los pies.
Teléfonos celulares. Pueden ser un estorbo monumental. De hecho, la gente cree que es necesario que haya una etiqueta para los celulares; una lista de cosas que se pueden hacer y otras que no cuando se usa uno de esos aparatos.
Apágalo cuando pueda molestar a los que te rodean. Cuídate de vigilar cómo hablas de otras personas en presencia de los demás. No hables mientras conduzcas.
Aunque los teléfonos celulares son un estorbo, la mayoría de personas considera que son imprescindibles. ¿Por qué?
Cuando tienes un teléfono celular nunca estas solo. Si tienes una emergencia puedes llamar al teléfono de emergencias. Si te sientes solo, puedes llamar a un amigo. Si necesitas información, puedes llamar a alguien que sepa del asunto. Lo mismo sucede con la oración. Pero, de hecho, la oración es aun mejor que el teléfono celular.
Para orar no se necesita ningún aparato. Además, nunca te dará señal de ocupado. Aunque haya miles de millones de personas en la tierra, las líneas al cielo siempre están abiertas. No hay cuotas mensuales. Orar no cuesta dinero y pueden hacerlo tanto ricos como pobres. Jamás tendrás problemas para conectarte. Siempre tendrás acceso instantáneo al cielo. La oración no interfiere en lo que los demás hacen. Puedes orar a cualquier hora, en cualquier lugar, y nadie lo sobra. Jamás tendrás que preocuparte por si entienden tus palabras. Dios, a demás de escuchar lo que dices, también conoce las intenciones del corazón.
La próxima vez que tengas una urgencia, te sientas solo, necesites información o solo quieras ponerte en contacto con un amigo, ora. Jesús espera noticias tuyas.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

SAL DE TU ZONA DE CONFORT

En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer, sin embargo, ninguno dijo: « ¿Qué preguntas?» o « ¿Qué hablas con ellas?» Juan 4:27

La historia de la profunda conversación que Jesús mantuvo con la mujer samaritana junto al pozo de Jacob no es solamente una fascinante narración acerca de una mujer desesperada que encontró el amor del Salvador es un relato que presenta la compasión la ternura que todos los seguidores de Jesús deben poner de manifiesto cuando hablan con otras personas del inigualable amor de Dios.
Si amamos como Jesús, trataremos de alcanzar a todas las personas con las que entremos en contacto sin hacer ninguna distinción. Buscaremos a los que son como nosotros, y también a los que son diferentes; a quienes nos agradan, y a los que nos desagradan. Jesús no pudo haber escogido como interlocutor a una persona más despreciada y odiada que aquella mujer de Samaria. Ningún judío común habría aceptado nada de ningún samaritano, pero Jesús le pidió a la samaritana que le diera de beber agua. La gente solía llamar a Jesús rabí, pero la tradición no veía con bueno ojos que un rabí hablase con una mujer en público. Se suponía que no podía hacerlo, ni aunque fuese su esposa o su hermana. Sin embargo, Jesús eligió compartir la verdad de Dios con una mujer, y no con cualquier mujer, son con una samaritana inmoral.
El ejemplo de Jesús encierra preciosas lecciones para sus seguidores:
1. Debemos tratar de alcanzar a aquellos que consideramos no tan justos como nosotros. Dios puede dirigirnos para que compartamos nuestra fe con personas con quienes no nos sintamos muy cómodos. Debemos estar dispuestos a alcanzar a todas las personas, sin importar su categoría.
2. Debemos acudir a donde están las personas. La grandeza del discipulado no está en acudir a la iglesia y permanecer en actitud de espera, sino en salir y compartir las buenas nuevas. Eso hacia Jesús. Siempre buscaba. No se contentaba con esperar.
3. Debemos tener permanentemente una actitud dispuesta a compartir nuestra fe incluso cuando estemos cansados.
4. Debemos compartir nuestra fe con tacto y amor.
Este es un buen día para dejar tu zona de confort, para salir de tu camino y alcanzar un corazón herido por el pecado. Hazlo como lo hizo Jesús.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.

viernes, 13 de noviembre de 2009

¿QUIN ES MI PRÓJIMO?

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y: Ama a tu prójimo como a ti mismo (Lucas 10:27).
a fe del cristiano a menudo es puesta a prueba en circunstancia poco usuales. Y eso fue lo que nos sucedió recién casados a mi esposo y a i cuando vivíamos en la ciudad de Múzquiz, Coahuila, México. Como la mayoría de las parejas, después de una linda boda queda uno con un presupuesto reducido. Así que al principio luchamos para lograr una estabilidad económica. Comencé a trabajar de manera eventual y eso me permitió obtener algo de dinero. Regularmente cruzaba la frontera entre México y Estado Unidos par air a Eagle Pass, Texas y comprar algo de despensa.
En una de esas ocasiones andaba en los pasillos de Wal-Mart, sin olvidar cuanto dinero Denia en mi bolsa que era un aproximado de cien dólares. Entonces mi esposo se acercó y me dijo que iría a los sanitarios. Cuando regresó me dijo: «Cariño, me encontré esto en el baño». Era una billetera. Me tomé la libertad de revisar a quien pertenecía y resultó que era de alguien que vivía en México y seguramente había ido de compras a Eagle Pass. En la cartera estaban todos sus documentos, incluía su dirección y teléfono. La ciudad donde él residía no era distante de donde nosotros vivíamos, así que decidimos hablarle en ese momento y darle la buena noticia de que habíamos encontrado su billetera. El dueño de la cartera n andaba seguramente con el pendiente de no sobrepasarse con los gastos porque su billetera guardaba mil dólares en efectivo, además de varias tarjetas de crédito. Nunca lo habíamos vista, sin embargo, no dejaba de ser nuestro prójimo.
¡Que gratificante fue verlo a él y a su esposa en nuestra sala y relatarles o sucedido y nuestra decisión! Ese día experimentamos el gozo de mostrar bondad a los demás. El Señor nos exhorta a mar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Raquel Coello Rivera
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.

DECIR LA VERDAD

El que dice la verdad permanece para siempre, pero el mentiroso, solo un instante. Proverbios 12:19.

Corría el mes de julio de 2002. Kenny y un grupo de amigos pasaban el día junto al lago Michigan, disfrutando del calor del sol y el agua fresca.
A Kenny se le ocurrió una gran idea. «Me pregunto que harían todos si fingiese que me estoy ahogando».
Dio unas brazadas hacia el interior del lago y luego empezó a agitar los brazos.
-¡Socorro, socorro! ¡Me ahogo! ¡Que alguien me ayude!
Un hombre, al escuchar la petición de auxilio, saltó de la toalla, y se zambulló y nadó hacia Kenny. Antes de que el hombre llegara junto a él, Kenny empezó a reír.
-Estoy bien. Solo era una broma.
El potencial rescatador no pensó lo mismo.
-Mira, jovencito, no juegues a ese juego.
-Solo estaba bromeando –dijo Kenny en su defesa.
Después del almuerzo, Kenny volvió a nadar hacia el interior del lago y empezó a “ahogarse” de nuevo. Esta vez, dos adolescentes saltaron para salvarlo. También ellos opinaron que la broma no era nada divertida.
Una tercera vez, Kenny pidió auxilio. Nadie le hizo caso. Estaban hartos de sus bromas. Pero esta vez Kenny no fingía. Se ahogaba de verdad. Pero la gente de la orilla no se dio cuenta de ello hasta que fue demasiado tarde.
Las mentiras no siempre son mortales, pero siempre son destructivas. Arruina la confianza entre amigos y familiares. Si quieres que se te conozca como una persona íntegra, de siempre la verdad. Podría tratarse de un asunto de vida o muerte.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

¿QUÉ HACEMOS DE MÁS?

Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Mateo 5:41

Las personas que rodeaban a Jesús y escucharon estas palabras por primera vez se quedaron perplejas con su enseñanza. Su primera reacción fue pensar que el Maestro recurría al sarcasmo para presentar después alguna aplicación profunda de aquel sorprendente concepto. Otros creyeron que, sencillamente, bromeaba cuando pedía a sus seguidores que no solamente llevasen la carga a lo largo de una milla, sino que hicieron de buena gana otra milla adicional.


En los días de Jesús, los romanos tenían una costumbre que ya practicaban los persas medio milenio antes. La práctica en cuestión consistía en que los militares vencedores tenían ciertas prerrogativas sobre los ciudadanos de las naciones cuyos ejércitos habían sucumbido ante el poderío del vencedor. Así, cualquier soldado romano podía exigir de un judío varón, viejo o joven, que le llevara su carga por una milla. Esta causaba incomodidad y resentimiento hacia los romanos, y las personas así obligadas jamás daban un solo paso más de lo que la ley de conquista exigía. Por esa razón precisamente, las palabras de Jesús no fueron bien recibidas por los que las escuchaban.
Al pedir que andemos la segunda milla, Jesús trata de enseñar un principio vital de su reino. Jesús está diciendo que cualquier gentil o persona no salvada puede ir una milla. «Porque si amáis a los que os aman ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen lo mismo los publicanos?» (Mat. 5:46).
La primera “milla” es amar a aquellos que nos aman. La segunda “milla” es amar a aquellos que no nos aman. Debemos recordar siempre que la vida es vivida en tres niveles: el nivel infernal es retornar mal por bien, el nivel humano es retorna bien por bien y mal por mal; el nivel celestial es retorna bien por mal.
Considera hoy el importante mensaje de Jesús sobre la segunda milla. Él te pide que hagas más de lo que se requiere. Practica hoy la ley de la segunda milla. No esperes que vengan a pedirte perdón por la ofensa que te hicieron acude tu a quien te agravio. No termines tu jornada de trabajo de ocho horas cuando el reloj marque la hora de salida; quédate un momento más para ayudar a quien este en apuros con su tarea. Sonríe al que te pone mala cara. Alaba a quien te maldice; habla bien del que te critica.
Hoy es buen día para andar la segunda milla.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.